La sospecha es que eso podría inclinar la balanza en favor de alguno de los candidatos.
Pasan las semanas, se acerca noviembre y Morena no parece ponerse de acuerdo sobre cómo elegirá a su próximo líder nacional.
Su herencia priista y perredista lo traicionan.
Dicen que lo que mal empieza mal acaba y el proceso para elegir, por primera vez, a su presidente nacional no comenzó bien.
A pesar de que Andrés Manuel López Obrador, su creador y máximo líder, ya dictó línea para que sea por una encuesta como se decida al próximo dirigente morenista, las resistencias son fuertes y las irregularidades varias. Lo primero sorprendente es que la propia Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacionaly aspirante a dirigir al partido, declaró que el método de la encuesta va contra los estatutos.
Sabe que estaría en desventaja porque los demás aspirantes son mucho más conocidos que ella.
Además, los propios candidatos afirman que no hay un padrón de militantes confiable.
Está “100 por ciento manoseado”, dijo al propia Yeidckol Polevnsky, quien encabeza hoy a Morena y busca —en la práctica— una reelección. Pero no sólo se trata de hacer una consulta para que se decida quién presidirá Morena y ya, es más complejo que eso.
No sólo no se tiene un padrón de militantes confiable, tampoco se tiene certeza de quiénes son consejeros nacionales.
Entre ellos hay varios actuales funcionarios federales, aunque López Obradorles prohibió participar en actividades partidistas.
En el Consejo Nacional de Morena, realizado el fin de semana pasado, se tomaron acuerdos calificados como ilegales por Alejandro Rojas Díaz Durán, otro de los aspirantes.
Afirma que se cometieron 3 violaciones principales. La primera, no existe un padrón confiable para convocar a las Asambleas Distritales en todo el país. La segunda, debieron haberse publicado las sedes para las Asambleas Distritales 30 días antes, lo que no ha ocurrido a pesar de que comienzan el 12 de octubre. La tercera, se elegirán 10 consejeros por cada distrito electoral federal y ellos elegirán a los dirigentes estatales de Morena.
Sólo esos consejeros podrán participar en la encuesta para el presidente nacional de Morena. La sospecha es que eso podría inclinar la balanza en favor de alguno de los candidatos.