La 4T protege a un dictadorcito

Redacción
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Evo Morales se traicionó a sí mismo al pretender reelegirse por cuarta ocasión; sigue siendo presidente de Bolivia

Alejandro Cacho noviembre 12, 2019

La caída de Evo Morales era cuestión de tiempo. Es producto de sus propios errores. Aunque fue un buen presidente, -los números lo respaldan- se convirtió en un dictadorcito. Sorprendió al mundo al ser el primer indígena en asumir la presidencia de Bolivia.

En enero de 2006, en su discurso al asumir el cargo, dijo: “Cumpliré con mi compromiso, como dice el Sub Comandante Marcos,mandar obedeciendo al pueblo, mandaré Bolivia obedeciendo al pueblo boliviano”. Pero, Evo Morales traicionó a su pueblo y se traicionó a sí mismo. 

En aquel histórico discurso que atrapó la atención mundial, también le habló a la comunidad internacional: 

Quiero decirles también a los organismos internacionales, no soy ningún ladrón, quiero decirles que vamos a garantizar la honestidad en mi gobierno, anticipadamente pedir a quienes conformen el gabinete, cero de nepotismo, cero de corrupción será el lema del nuevo gabinete. Queremos gobernar con esa ley que nos han dejado nuestros antepasados”. 

El poder lo volvió loco.

Evo Morales intentó torcer la Constitución de 2009,  que él mismo instauró, que permite sólo dos periodos de cinco años cada uno. En 2016, perdió un referéndum en el que los bolivianos le dijeron claramente que NO lo querían para un cuarto periodo en la presidencia del país. Fue su primera derrota electoral en una década. 

Luego, manipuló el Tribunal Constitucionalpara declarar que prohibirle participar en las elecciones violaba sus derechos humanos. Más tarde, se hizo del control del Tribunal Electoral y se presentó a las elecciones para un cuarto período. Tras la cuestionadísima elección del pasado 20 de octubre, fue declarado ganador de la elección presidencial.

Los opositores recurrieron a la Organización de Estados Americanos ante la magnitud del fraude electoral. La OEA encontró seis irregularidades graves en las elecciones bolivianas. Manipulación al sistema electoral (se cayó el sistema), resultados estadísticamente improbables, alteraciones físicas a las actas de cómputo y firmas falsas, entre otras. 

Evo Morales sigue siendo presidente en funciones de Bolivia, mientras el Congreso no conozca oficialmente de su renuncia, pero fue depuesto de facto luego de que la Policía Nacional le retiró su respaldo y la solicitud del Ejército para dejar el poder.

Desconocer la Constitución, ignorar el referéndum y cometer fraude electoral son violaciones a la ley que Evo Morales se comprometió a respetar, son parte de la corrupción que prometió combatir. El arquitecto del milagro económico boliviano se convirtió en un “ambicioso vulgar”, como dice López Obrador.

En redes sociales se convirtió en tendencia la oposición a que Evo Morales se refugie en México. AMLO recibirá y protegerá a un delincuente electoral. Nada importan las demás opiniones, como si la 4T fuera la dueña del país. 

POR ALEJANDRO CACHO

CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM 

@CACHOPERIODISTA

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