Pese a haber colaborado en los gobiernos de Calderón y Peña, el hoy titular de la SSC contó con la aprobación de AMLO
A sus 38 años lleva ya una década trabajando en distintos cuerpos de inteligencia, seguridad y policía. Es nieto de un ex secretario de la Defensa Nacional, el general Marcelino García Barragán e hijo de Javier García Paniagua, quien fue titular de la Dirección de la Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación, en la década de los 70. Está claro que sus amplias capacidades de inteligencia y seguridad lo trae en su ADN.
La llegada de Omar García Harfuch a la Secretaría de Seguridad Ciudadana no es casual. A pesar de no pertenecer al equipo de la Cuarta Transformación, sus sobresalientes resultados –en su aún breve carrera policial– fueron altamente valorados por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Incluso, obtuvo el visto bueno del presidente López Obrador para integrarse al Gabinete de Seguridad del Gobierno de la CDMX, sin importar que provenía de los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
La aprobación presidencial al nombramiento de García Harfuch no es cosa menor. No olvidemos la importancia que tiene la seguridad en la Cuidad de México para López Obrador y su proyecto político. El Presidente sabe perfectamente que los resultados de seguridad en la capital del país repercutirán directamente en su popularidad, y por consecuencia, en los resultados electorales de Morena.
Omar García Harfuch participó, por ejemplo, en las capturas de los exgobernadores Javier Duarte, en Guatemala, y Roberto Borge, en Panamá. Estuvo detrás de la inteligencia, logística y diseño del operativo que llevó a la captura de Dámaso López Núlez, alias El Licenciado, quién se quedó al mando del Cártel de Sinaloa tras la captura de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.
Sus credenciales como policía son avaladas por instituciones como la Universidad de Harvard, el FBI y la DEA.
Sus últimos cargos en el gobierno de Enrique Peña Nieto fueron la dirección de la División de Investigación de la Policía Federal y de la Agencia de Investigación Criminal de la desaparecida Procuraduría General de la República.
“Dar resultados inmediatos” fue la primera instrucción de la jefa de Gobierno aGarcía Harfuch y en ella se puede adivinar la razón de la salida de Jesús Orta Martínez su antecesor.
Por lo tanto, en las próximas semanas se darán las primeras capturas de los mayores causantes de violencia e inseguridad de la Ciudad de México. Tras su paso por la Agencia de Investigación Criminal de la antigua PGR y como jefe general de la Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, debe tener ya una radiografía muy clara de lo que hay que hacer para bajar la inseguridad en la capital.
En unos días más se cumplirá el plazo de seis meses que se autoimpuso el presidente López Obrador para que bajaran los indices delictivos en el país y los resultados, hasta hoy, no son buenos.
Por eso, urge que Omar García Harfuch dé “resultados inmediatos”.
POR ALEJANDRO CACHO
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