Esto detonó tras el ridículo en Culiacán y el único responsable tiene nombre y apellido: Alfonso Durazo
Alejandro Cacho noviembre 5, 2019
Andrés Manuel López Obrador ha demostrado, a través de los años, que es un maestro en el manejo de la comunicación. Sin embargo, a raíz del fracaso del operativo para capturar y extraditar a Ovidio Guzmán, el hijo de El Chapo Guzmán, se descompuso como nunca antes.
Como nunca antes, ha sido duramente criticado por la planeación y ejecución del culiacanazo, y por el pésimo manejo de la información y el control de daños posterior.
La crisis está por cumplir tres semanas, cuando la vida habitual de una noticia es -cuando mucho- dos semanas, a menos que se trate de alguna catástrofe. Al día de hoy, López Obrador no ha logrado imponer el tema de la agenda mediática. Probablemente por eso, el fin de semana puso sobre la mesa su teoría del golpe de Estado. Lejos de lograr cohesión en su entorno, echó más leña a la hoguera. La oposición, analistas y medios de comunicación lo desacreditaron.
Todos coincidieron en que sólo en la mente de López Obrador existe la posibilidad golpista. No hay indicio alguno que justifique la idea. No hay sublevación en las Fuerzas Armadas; No se sabe de grupo de poder alguno -político o empresarial- que apoye o financie movimientos armados contra el gobierno; el Poder Legislativo no ha emprendido ninguna acción para deponer al Presidente; Tampoco hay gobierno extranjero interviniendo para tirar a la 4T. ¿De dónde sacó la idea?
Por si fuera poco, durante la conferencia mañanera de ayer, trató de explicar la feroz ofensiva contra periodistas y medios de comunicación que comenzó el jueves pasado, tras los cuestionamientos de la prensa contra López Obrador y su gabinete de seguridad por el fracaso del culiacanazo. Responsabilizó a Aurelio Nuño, Juan Carlos Romero Hicks, Luis Felipe Calderón Zavala y al influencer @Tumbaburros de estar detrás de la campaña de bots. Todos lo desmintieron inmediatamente.
López Obrador parece desesperado. No está acostumbrado a no tener el control de la agenda política y mediática. En lugar de buscar a los culpables de su actual crisis entre los conservadores, la prensa fifí o golpistas inventados, debería voltear a su propio equipo. Todo esto detonó tras el ridículo en Culiacán y el único responsable tiene nombre y apellido: Alfonso Durazo. El tema es que AMLO lo apoyará contra viento y marea, porque no permitirá que los críticos le tiren a ningún miembro del gabinete. La pregunta es, si frente a esta crisis ya recurrió al “golpe de Estado” para mantener su apoyo popular, ¿cuál será su siguiente argumento en la próxima crisis?
∗∗∗
BON APPÉTIT: El SNTE, que encabeza Alfonso Cepeda Salas, se convirtió en la primera organización sindical en modificar su reglamentación para adaptarla a la nueva ley de trabajo. Por unanimidad definió las nuevas reglas para elegir sus dirigentes seccionales. Será mediante voto universal, libre, directo secreto, personal e intransferible. Cepeda Salas destacó que para lograrlo no fue necesario reformar los estatutos del SNTE.
POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA