AHORA, AUTODEFENSAS
Por Alejandro Cacho, 20 de noviembre, 2019.
Cualquier asesor sensato recomendaría un golpe de timón para corregir la desastrosa estrategia de seguridad que le está costando varios puntos de popularidad al presidente López Obrador.
Seguramente se pondría sobre la mesa la renuncia de Alfonso Durazo como secretario de seguridad pública y una inyección extraordinaria de recursos para acelerar la conformación de la Guardia Nacional, que aún no termina de nacer y ya enfrenta el penoso desprestigio por el fallido operativo en Culiacán del 17 de octubre. Fuentes allegadas al gabinete de seguridad aseguran que es manifiesta la incomodidad y la distancia que tomaron los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina de Alfonso Durazo. No disimulan su molestia tras asumir el costo de haber liberado a Ovidio Guzmán, aunque no está en duda su disciplina y lealtad a su Comandante Supremo.
Esas mismas fuentes también afirman que no hay posibilidad alguna de que el presidente altere un milímetro su plan de seguridad, pase lo que pase.
Mientras todo eso pasa, en varias zonas del país late cada día con más fuerza la posibilidad de revivir o reforzar los grupos de autodefensas. Se calcula que existen al menos 50 grupos de autodefensas o policías comunitarias en seis estados del país: Michoacán, Guerrero, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas y Morelos. También se tienen indicios de su existencia, o la intención de formarlas, en el Estado de México.
Hipólito Mora es uno de los personajes más visibles que encabezó el primer grupo de autodefensas de que se tuvo noticia en La Ruana, Michoacán, el 24 de febrero de 2013. Durante un enfrentamiento, su hijo mayor resultó muerto en diciembre de 2014. Siguió la lucha armada y luego se apegó al desarme que ofreció e gobierno de Peña Nieto.
Hipólito Mora sigue viviendo en La Ruana y lleva meses denunciando que la violencia y la inseguridad no han terminado. “Estamos peor que nunca”, dice. Por eso, lleva varios meses anunciando su intención de retomar las armas y reorganizar a los autodefensas.
Hace algunos meses, el subsecretario de gobernación, Ricardo Peralta, emprendió un intento de desarme de autodefensas en Michoacán y Tamaulipas. Los gobernadores de ambos estados reclamaron a todo pulmón y acusaron a Peralta de estar negociando con delincuentes. Tras el regaño público del presidente López Obrador, el intento de Peralta sucumbió.
La posibilidad de que revivan las autodefensas está latente, insatisfechos por la inseguridad en la 4T. Para Hipólito Mora, la estrategia de abrazos, no balazos suena a broma, pero no lo es y eso es más grave todavía. “No sea ve la intención de hacer su trabajo y que pase lo que sea”, le dice a López Obrador. “Yo no estoy viendo ninguna estrategia, lo que estoy viendo es un desastre por donde quiera”, afirma.