Su gestión aún no llega al primer tercio y su forma de gobernar continúa aglutinando descontentos
Algunos análisis aseguran que México enfrentará más de dos crisis. La crisis de salud por el coronavirus, la crisis económica y que esa combinación derivará en una crisis social. ¿Será posible que las marchas #AMLOVeteYa, el fin de semana, sean el inicio?
Es prematuro decirlo, pero, sin duda, es necesario analizarlo. Esa protestareplicada en medio centenar de ciudades coincidió con otros elementos: el desconcierto de mucha gente por el fin oficial de la sana distancia, justo cuando vivimos el peor momento de contagios.
Los casos y las muertes por COVID-19 aumentan todos los días, ya somos el quinto país del mundo con más positivos y defunciones en un lapso de 24 horas, según la OMS. Además, la necedad del Presidente de reiniciar giras justo ahora y la publicación de varias encuestas no favorables para él.
La convocatoria del Frente Nacional Anti-AMLO encontró eco en las benditas redes sociales. El hashtag #AMLOVeteYa fue tendencia en Twitter, que también dio espacio a cientos de videos y testimonios de quienes no están de acuerdo con el gobierno de la 4T.
En la Ciudad de México, los manifestantes llegaron hasta la puerta de Palacio Nacional para pedir a López Obrador que se vaya. Las protestas se repitieron en el Estado de México, Cancún, Playa del Carmen, Ciudad Juárez, Chihuahua, Camargo y Ciudad Jiménez. Guanajuato, San Miguel de Allende, Celaya y León. Guadalajara, Puerto Vallarta y Ciudad Guzmán. Mazatlán, Culiacán, Los Mochis y Guasave. Cuernavaca, Hermosillo, Acapulco, Durango, Tijuana, Mexicali, Mérida, Uruapan, Monclova, Saltillo, Torreón, Querétaro, San Juan del Río, Pachuca, Puebla, Tuxtla Gutiérrez, Veracruz, Orizaba, Boca del Río, Xalapa, Córdoba, Tamuín, San Luis Potosí, Ciudad Victoria, Tampico, Azúcar de Matamoros y Toluca. Incluso, hubo protestas en el Consulado de México en Houston, Texas.
Hubo niños, mujeres, abuelas, hombres de todas las edades.
El Presidente respondió como acostumbra. Desdeñó a los miles que quieren que se vaya y sus exigencias. No coman ansias, les dijo. Les recordó que en 2022 podrán votar para revocar su mandato, pero confía en que su base sigue siendo lo suficientemente sólida para mantenerlo en Palacio Nacional.
Las encuestas dicen que la mayoría reprueba su manejo de la pandemia y la economía. No creen en las cifras de casos y muertos por coronavirus. Además, su aprobación cayó nuevamente. Sin embargo, López Obrador sabe que para sacarlo de la Presidencia se necesitan alrededor de 40 millones de votos, una cantidad difícil de alcanzar. Difícil, pero no imposible y él debería saberlo.
Su gestión aún no llega al primer tercio y su forma de gobernar sigue aglutinando descontentos. Aún hay mucho por delante y si no escucha a quienes no coinciden con él, su Cuarta Transformación enfrentará mucha más resistencia.