La empresa brasileña Odebrecht, involucrada en varios escándalos de corrupción en América Latina, ha presentado una demanda contra Pemex Transformación Industrial (PTRI), una subsidiaria de la petrolera estatal mexicana, por la rescisión de un contrato de obras en la refinería Miguel Hidalgo, ubicada en Tula, Hidalgo.
Según la demanda, Odebrecht reclama el pago de más de 1,800 millones de pesos por trabajos realizados y no pagados, así como la nulidad de la rescisión del contrato y del acta finiquito que emitió PTRI en 2018. Además, solicita una indemnización por daños y perjuicios.
El contrato entre Odebrecht y PTRI se firmó en 2015 para la realización de accesos y obras externas para el proyecto de aprovechamiento de residuales en la refinería. Sin embargo, en 2017 PTRI notificó a Odebrecht la rescisión del contrato por considerar que había incumplido con varias obligaciones, entre ellas el registro de la obra, el alta de sus trabajadores ante el IMSS y el registro como generador de residuos peligrosos.
Odebrecht se opuso al finiquito y presentó una demanda en 2021 ante el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Extinción de Dominio Especializado en Juicios Orales Mercantiles en el Primer Circuito. En julio de 2022, el juez dictó sentencia a favor de Odebrecht, declarando la nulidad de la rescisión y del finiquito, y condenando a PTRI al pago de más de 79 millones de pesos.
Ambas partes impugnaron la sentencia mediante juicios de amparo directo. Odebrecht buscaba una condena mayor, mientras que PTRI pretendía revertir el fallo. El 21 de septiembre actual, el 13° Tribunal Colegiado en Materia Civil resolvió los amparos promovidos y confirmó la sentencia del juez de primera instancia.
La decisión del tribunal es definitiva e inapelable, por lo que PTRI tendrá que pagar a Odebrecht la cantidad establecida, más los intereses legales correspondientes. Esta resolución representa un duro golpe para Pemex, que atraviesa una difícil situación financiera y operativa.