Por Luis Galindo
México, 26 Feb.- Considerada una de las pulquerías más antiguas del país, “Las Duelistas” tiene su sede en la calle Aranda, casi esquina con Ayuntamiento, en el Centro Histórico de esta ciudad, desde donde invita al paseante a disfrutar de alguno de los 45 curados que allí se preparan.
Próxima a celebrar 105 años de tradición, la pulquería es una de las más antiguas no sólo de la zona sino del país. Al entrar por sus puertas, de inmediato se respira ese olor tan peculiar que desprende la bebida, otrora preferida de la clase gobernante azteca.
En su honor, el techo y una parte de las paredes evocan la época prehispánica, con grafittis de caracoles, serpientes y hasta un calendario azteca, que contrastan con el mobiliario que mantiene vivo el México que vio proliferar este tipo de establecimientos hasta las dos últimas décadas del siglo pasado, y que hoy parecen cobrar vida de nuevo en colonias populares y “hipsters”.
“Aquí nos llega el pulque natural, blanco, nosotros preparamos los curados en sus diferentes sabores a través de una lista de 45 sabores distintos. No todos en un día, pero de lunes a jueves, ofrecemos cinco sabores diferentes”, comentó a Notimex Arturo Garrido, propietario de la pulcata.
Una barra grande deja ver las grandes ollas de pulque, de donde tres despachadores abastecen a la clientela, que se deleita con sabores especialidad de la casa, como el de vino tinto, maracuyá o galleta, y con los tradicionales como el de avena, apio, guayaba y melón.
Según el propietario del espacio, ellos ofrecen esos sabores que siempre han existido pero que nadie se había atrevido a preparar, curados que han sido un éxito entre su clientela a la que le gusta saborear esos únicos sabores, acompañados por el sonido de una vieja rockola de monedas.
Desde las 9:00 horas inician las labores del equipo, nueve trabajadores son los que tiene a su cargo Arturo Garrido, los cuales se encargan desde cortar o lavar la fruta o verdura, porque allí preparan todo natural, por ejemplo, dijo, la zarzamora con el vino tinto y el pulque blanco.
Ya teniendo todos los ingredientes, se licua la fruta o verdura con el pulque que proviene de San José de Tlaxcala y se obtiene una bebida única.
“Nosotros llegamos aquí hace 11 años, porque la iban a cerrar, ya no era negocio para los antiguos dueños, pero vimos que esto todavía tenía vida y decidimos devolverle vida, no hay de otra”, expresó.
Lo importante, expuso, fue devolverle a los jóvenes el gusto por un buen pulque, porque eran los que se habían alejado de ella.
“Nos enfocamos hacia los jóvenes y respondieron muy bien, por eso seguimos en el gusto de la gente. Y si se había perdido el gusto por el pulque, totalmente hace 10 o 15 años, ya no había quien consumiera”, afirmó Garrido.
No obstante, consideró, le han devuleto ese gusto a una nueva generación de jóvenes que están tomando el pulque y seguramente transmitirán ese gusto a sus hijos, perpetuándose por mucha más vida.