
Nueva Norma Mexicana podría prevenir hasta el 50 % de infecciones hospitalarias graves.
Más del 90 por ciento de los pacientes hospitalizados en México reciben algún tipo de tratamiento intravenoso. Sin embargo, la falta de protocolos clínicos estandarizados en la colocación y manejo de catéteres se ha convertido en una seria amenaza para la salud pública.
Ante esta realidad, expertos reunidos en la 4ª Cumbre Latinoamericana de Terapia Intravascular hicieron un llamado urgente para aprobar el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-045-SSA-2024, una iniciativa que podría reducir hasta en un 50 % las Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS), particularmente aquellas vinculadas al uso de accesos intravenosos.
SE informó que la incidencia de infecciones solo en 2023, fue de más de 4 mil 400 casos de infecciones hospitalarias estuvieron directamente relacionados con el mal uso de estos dispositivos, de acuerdo con datos del sistema de la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE).
“El uso de la terapia de infusión es diario, transversal y de alto impacto. Este proyecto de norma establece los mínimos indispensables para hacerlo de forma segura”, señaló la doctora Daniela de la Rosa Zamboni, jefa de Epidemiología del Hospital General de México “Eduardo Liceaga”.
La situación es crítica: mientras que en México la tasa de infecciones hospitalarias alcanza el 10 % de los pacientes, en países como Estados Unidos es de apenas 3.7 %. Estas infecciones no solo amenazan la vida del paciente, también alargan las estancias hospitalarias entre 7 y 15 días, con costos que oscilan entre 50 mil y millones de pesos por caso, sin considerar el impacto económico por pérdida de productividad laboral.
El proyecto de norma, analizado por la Asociación Mexicana para el Estudio de las Infecciones Nosocomiales (AMEIN) y la empresa Becton Dickinson (BD), establece una serie de criterios obligatorios para prevenir riesgos graves como sepsis o bacteriemias. Entre ellos destacan:
• Colocación de catéteres venosos centrales solo por personal médico capacitado, con técnica de barrera máxima.
• Manipulación exclusiva por personal entrenado, bajo estricta asepsia.
• Educación continúa a pacientes y familiares sobre cuidados del acceso intravenoso.
• Capacitación periódica al personal de hemodiálisis.
• Uso de soluciones antisépticas específicas: alcohol al 70 % y clorhexidina al 2 %.
• Desinfección rigurosa de puertos antes de cada uso.