
Cambiar la política ambiental en México es urgente, advierten investigadores en el Foro ABC para un México Sustentable
Conectar de manera integral las agendas de agua, biodiversidad y clima ya no es una opción, sino una necesidad crítica. Así lo expresaron especialistas, activistas, autoridades, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos en el Foro ABC para un México Sustentable, realizado en el Huerto Roma Verde de la capital del país.
Durante el encuentro de investigadores se abordaron temas clave como economía circular, transición energética justa, regeneración de suelos y océanos, conservación biocultural, agricultura sustentable y justicia ambiental.
Francisco José Ayala Gabilondo, especialista en límites planetarios, lanzó una advertencia contundente: “México ya ha superado seis de los nueve límites ambientales globales, lo que pone en riesgo la estabilidad ecológica del país. No estamos dimensionando la gravedad del problema”, afirmó.
En el mismo tono de urgencia, Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, destacó que “la crisis climática ya impacta la economía, la salud y el bienestar de millones de personas. No es solo un tema ambiental”, sentenció.
El foro también sirvió como plataforma para presentar soluciones innovadoras y casos de éxito. Paulina Zalena, directora de Project Ocean, compartió la iniciativa Option, que promueve el cultivo de macroalgas para capturar carbono, restaurar ecosistemas marinos y fortalecer las economías costeras lideradas por mujeres. “A pesar de tener más de 11 mil kilómetros de litoral, México importa casi todos los derivados de algas que consume”, lamentó.
Desde Chiapas, el proyecto Hacienda Tapaná fue otro ejemplo de resiliencia: un modelo agroecológico que ha logrado conservar biodiversidad y resistir fenómenos climáticos extremos, como el huracán Karl, mediante la producción sostenible de cacao. Su trabajo ha sido reconocido por organismos internacionales.
En el ámbito agrícola, Carlos Torres Barrera, del Centro de Desarrollo Tecnológico Villadiego, advirtió sobre el deterioro estructural del campo mexicano: “Sin recursos naturales sanos, el futuro de la agricultura está en riesgo”, alertó, mencionando la escasez de agua, la pérdida de suelos y los altos costos de producción como factores críticos.