La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó un toque de queda para el centro de la ciudad, “para detener el vandalismo, para detener el saqueo”, argumentó, luego de que 23 negocios fueran saqueados. En una conferencia de prensa dijo que el toque de queda se extenderá desde las 8 p. m. del martes hasta las 6 a. m. del miércoles.
La medida se aplicará en una sección de 2.59 kilómetros cuadrados del centro de la ciudad, que incluye la zona donde se han producido protestas desde el viernes pasado. La ciudad de Los Ángeles abarca aproximadamente 2,295 kilómetros cuadrados.
El toque de queda no aplica a: residentes que viven en el área designada, personas sin hogar, periodistas acreditados o funcionarios de seguridad pública y emergencias, informó el jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell.
El martes por la mañana, tropas de la Guardia Nacional comenzaron a proteger a los agentes de inmigración mientras realizaban arrestos en Los Ángeles, ampliando así sus funciones, que hasta entonces se limitaban a proteger la propiedad federal. Esto generó aún más tensión en las comunidades que enfrentan las redadas de ICE.
En entrevista, el Gobernador de California, Gavin Newsom, exigió a Trump evitar el uso de las tropas para los arrestos por temas de inmigración. Al respecto declaró: «Por eso le dije al presidente: acaba con esto, arréstame y sigue adelante. Si necesitas una cabeza para cortar, hazlo conmigo, pero deja de meterte con estos niños. Deja de meterte con niños de cuatro años. Niños en la escuela primaria. Tenemos hijos. Tenemos cientos de graduaciones aquí. os niños no van a sus propias graduaciones, familias, abuelos, aquí legalmente. Familias de estatus mixto en algunos casos, muertas de miedo de ir a una graduación. La gente tiene miedo de caminar por las calles.»