Retrovisor

Retrovisor

1 de junio: el regreso del fraude y de las ilusiones


A dos semanas de las elecciones en Durango y Veracruz, donde la oposición afirma haber avanzado, emerge de sus balances una paradoja: señalan que Morena es un partido de Estado, pero celebran que no es invencible.
Y es que ese primero de junio se consumó, con la definición en las urnas de ministros, jueces y magistrados, el dominio del partido gobernante en los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
Sin embargo, en ese primer ejercicio de selección de juzgadores, el autoproclamado movimiento de transformación -que es el gobierno y el partido fusionados-, dejó al descubierto sus dinosaurios modos.
La capacidad de inducir votos en favor de los candidatos avalados por la 4T en sus acordeones contrastó con la escuálida participación ciudadana y el alto porcentaje de boletas anuladas.
Y si bien “la coincidencia” entre los deseos oficialistas y los resultados de esta primera elección judicial acaparó los reflectores, también fue relevante lo sucedido en la renovación de alcaldías en Durango y Veracruz.
Ahí PAN, PRI y MC cantaron victorias; celebraron crecimiento en la población y los municipios gobernados bajo sus siglas, y comenzaron a soñar con el 2027, año en que habrá de renovarse la Cámara de Diputados.
Antes de que denunciaran que la gobernadora Rocío Nahle les robó con fraude los triunfos de Poza Rica y Papantla, el dirigente nacional de MC, Jorge Alvarez Maynez, declaró:
“Somos los que le podemos ganar a Morena y los que le sabemos ganar a Morena, 82 municipios se les ganó a Morena, que es la tercera parte de los municipios, no es cualquier cosa”, subrayó el excandidato presidencial.
“En uno de cada tres municipios Movimiento Ciudadano le ganó a Morena en las disputas, 73 en Veracruz, y nueve en Durango, con todo y el aparato y la maquinaria de propaganda y de programas”, festinó Maynez.
El presidente de Acción Nacional, Jorge Romero Herrera, ha dicho que en esa jornada del 1° de junio, “los que definitivamente no ganaron fue el oficialismo y Morena y que fue un buen un gran día para toda la oposición”.
Y enfatizando que el tiro ya no es entre partido y partido, sino de la oposición versus un régimen, el panista consideró relevante que en Veracruz pasaron de tener 15 alcaldías a 35; mientras Morena y sus aliados perdieron casi 100.
Según el PAN, al partido gobernante se le agotó el discurso. “No es cierto que Morena es invencible”, repite un Jorge Romero que anuncia que hacia 2027 lo más seguro es que irán solos, sin el PRI, y que abrirán “por completo” las candidaturas a los ciudadanos.
Al igual que los panistas, la dirigencia del PRI de Alejandro Moreno presumen haber dejado al secretario de Organización, Andrés López Beltrán, en 3er lugar en la capital de Durango, a donde se fue a vivir el último mes de campaña. El segundo lo obtuvo MC.
El balance de la senadora Carolina Viggiano, secretaria general del PRI, ilustra muy bien el por qué lo sucedido ese día ha sido un buen tanque de oxígeno, después de tantos priistas tránsfugas que se pasaron a Morena:
“Aquí la lección más clara es: Morena no es invencible, que no nos vengan con que aquí estaremos muchos años, con la desesperanza que quieren sembrar en la gente o con el miedo que quieren infundir.
“Que, por cierto, se cansaron de buscar al gobernador para hacer que traicionara, como muchos de los traidores que tienen hoy en sus filas, y qué bueno, felicito al gobernador de Durango que se sostuvo, que se sostuvo leal a la gente, que no permitió que llegaran a amenazarlo, a intimidarlo o a ofrecerle cosas”, relato la senadora.
El optimismo opositor se da a la luz de logros municipales que deben medirse frente a la maquinaria del partido gobernante aceitada con los programas sociales y la alta popularidad de la presidenta.
Son éxitos atribuibles a razones diversas: operación del gobernador Esteban Villegas para el PRI y su alianza con PAN en Durango; y desgaste de la marca morenista, malos candidatos y pleitos internos; ahí y en Veracruz.
Y en el caso de MC, siguió con personajes locales de arrastre, ahora procedentes de Morena, jalando el voto joven al capitalizar la campaña negra que contra “el PRIAN” hizo sin tregua AMLO en su sexenio y que la presidenta sostiene.
Pesan por supuesto los gobernadores, a favor y en contra; sus respectivas mañas, según denuncias de los perdedores; y el factor narco, presente en las recriminaciones que en ambas entidades se hacen entre sí.
De manera que, para futuras elecciones, será determinante lo que haga o deje de hacer el gobierno federal para desmontar las redes políticas de apoyo al crimen organizado.
Y mucho importará la estrategia de fragmentación o alianza que desplieguen los jugadores: PT creció solo en Veracruz, cobrándole a Morena la soberbia con la que lo había tratado
PAN parecería convencido de que ya no debe ir con los priistas y MC centra más sus baterías contra la oposición aun cuando Morena ya demostró que su competencia desleal también incluye a los naranjas.
Frente a ese panorama se van quedando solos los políticos de la generación que cree en las coaliciones como vía para vencer a los partidos de Estado.
Mientras las definiciones se concretan, los aliancistas que aún quedan en los tres partidos imaginan que es posible repetir -dentro de dos años- el escenario electoral de 2021.
Entonces, los tres consiguieron las curules suficientes para frenar varias de las reformas constitucionales del presidente López Obrador.
Hoy Morena (253) tiene con PVEM (62) y PT (49) una sobrada mayoría de 364 diputados, mientras PAN (71), PRI (37) y MC (27) suman apenas 135; y hay una legisladora del extinto PRD que se dice independiente.
Frente a esas cifras se antoja titánica la tarea de remontar una distancia casi de 2 representantes del oficialismo por uno de la oposición. Y, sin embargo, las ilusiones de las cuentas alegres han regresado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *