
Busca la UNAM alternativas para cuidar al ajolote mexicano fuera de Xochimilco
Estudio de expertos de la UNAM y la Universidad Autónoma de Baja California evaluó la viabilidad de los humedales restaurados y artificiales para la conservación del ajolote mexicano.
El estudio consistió en analizar dos grupos de ajolotes: uno se colocó en una chinampa restaurada en el lago de Xochimilco y el otro en un cuerpo de agua en La Cantera Oriente, la cual es parte de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel. Posteriormente, “mediante telemetría VHF, rastreamos axolotes criados en cautiverio y liberados en ambos entornos. Sobrevivieron y buscaron alimento con éxito en ambos sitios.
Los de un estanque artificial en La Cantera Oriente mostraron áreas de distribución más amplias y mayores distancias diarias recorridas que los de una chinampa restaurada en el lago Xochimilco, donde las áreas de distribución fueron más pequeñas, puntualiza la publicación.
Alrededor del mundo “los anfibios se encuentran entre los vertebrados más amenazados debido a la pérdida de hábitat, la degradación ambiental y la expansión urbana. El ajolote (Ambystoma mexicanum), una especie acuática en peligro crítico de extinción endémica del lago Xochimilco, ejemplifica estos desafíos”.
Con esas palabras inicia el artículo “Ecología del movimiento de ajolotes criados en cautiverio en humedales restaurados y artificiales: perspectivas de conservación para reintroducciones y translocaciones de anfibios”, en el que un equipo de investigadores del Instituto de Biología (IB) de la UNAM y la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se dieron a la tarea de evaluar la viabilidad de los humedales restaurados y artificiales para la conservación del axolote comparando patrones de movimiento, tamaños de área de distribución y uso del hábitat.
Para Luis Zambrano, especialista del IB que participó en la investigación, las principales razones por las que el axolote y otros anfibios están amenazados es que “respiran por la piel”, haciendo que “cualquier cambio pequeño que suceda en el ambiente les afecta primero a ellos”.
“En el caso de los demás organismos vertebrados (mamíferos, reptiles, peces y aves) la piel o las escamas son como una coraza, pero a los anfibios les ayuda a respirar. Entonces un cambio pequeño en el agua, como un aumento de temperatura o un químico contaminante, los mata. Por esto la mayoría de ellos está amenazada de una u otra forma, pues a nivel global todos hemos afectado de alguna manera nuestros cuerpos de agua”, comentó sobre los motivos que los llevaron al experimento detallado en PLOS One.