En los municipios de Coatzacoalcos y Minatitlán, Veracruz, un grupo conformado por civiles y empresarios ha decidido organizarse para enfrentar la delincuencia ante la creciente inseguridad en la región. Se hacen llamar Grupo Cobra y aseguran que su objetivo no es actuar contra ciudadanos, sino frenar la violencia que afecta a sus comunidades y negocios.
La situación refleja el vacío de autoridad que muchos perciben en la zona, contrastando con el discurso oficial de seguridad. Mientras tanto, la gobernadora de Veracruz, al igual que sus homólogos en Guerrero y Michoacán, ha sido señalada por su omisión ante la crisis de violencia, dejando en manos de civiles una responsabilidad que debería asumir el Estado.
Lo lamentable de la justicia por propia mano, es la percepción de la impunidad, no hay Estado de Derecho, cuando todos tomamos a la justicia de pretexto. Ejercicios como estos seguramente han existido en entidades diversas, apoyadas con buena fe por «empresarios» o aquellos que se digan así, un empresario no desafía a las instituciones, ni al orden que electoralmente se decidió con el voto de la mayoría, tampoco es cómplice de vendetas locales o regionales, así nacen las autodefensas y después se vuelven contra la sociedad, recordemos los matazetas y ahora un CJNG.