En un movimiento que reconfigura el mapa competitivo de la Conferencia Oeste, Kevin Durant fue traspasado oficialmente a los Houston Rockets desde los Phoenix Suns, en una operación que involucra a múltiples piezas clave y selecciones de draft.
El acuerdo, que se hará oficial el próximo 6 de julio, incluye el envío de Jalen Green, Dillon Brooks, la décima selección del Draft 2025 y cinco picks de segunda ronda a Phoenix. Durant, de 36 años, se convierte así en la nueva figura de una franquicia que ya venía en ascenso bajo el mando de Ime Udoka.
Durante el Fanatics Fest en Nueva York, el propio Durant confirmó su entusiasmo por llegar a Houston, calificando al equipo como “muy apropiado” para esta nueva etapa de su carrera.
Durant llega tras promediar 26.6 puntos, 6.0 rebotes y 4.2 asistencias en 62 partidos con los Suns, manteniendo una eficiencia histórica: tres temporadas consecutivas con al menos 25 puntos por juego, 50% en tiros de campo y 40% en triples.
Con un año restante en su contrato por $54.7 millones de dólares, el alero es elegible para una extensión de dos años que podría alcanzar los $122 millones, lo que consolidaría su presencia en Houston a largo plazo.
Los Rockets, que terminaron como segundos en el Oeste la temporada pasada, ahora suman a un bicampeón de la NBA y 15 veces All-Star a un núcleo joven liderado por Alperen Sengun, Amen Thompson y Fred VanVleet. La llegada de Durant no solo eleva las expectativas, sino que convierte a Houston en un serio aspirante al título desde el primer día.