
Sean ‘Diddy’ Combs es absuelto de cargos más graves, pero enfrentará condena por dos delitos federales
El rapero y productor Sean “Diddy” Combs fue absuelto este miércoles por un jurado popular de los cargos más severos en su contra, incluidos los de liderar una empresa criminal —acusación que podría haberle costado cadena perpetua— y tráfico sexual, según reportes judiciales desde Nueva York.
De los cinco cargos federales presentados, el jurado solo lo declaró culpable de dos: “transporte con fines de prostitución”, aplicables en los casos de la cantante Cassie Ventura y otra denunciante protegida bajo el seudónimo de Jane Roe. Aunque estas imputaciones son menos graves, podrían significarle una condena de entre 10 y 20 años de prisión, dependiendo de la sentencia que emita el juez en las próximas semanas.
La lectura del veredicto generó sorpresa entre la prensa y el público que seguía el proceso desde salas alternas habilitadas por la alta afluencia. Mientras algunos analistas consideraban un escenario más severo, la decisión del jurado fue celebrada por simpatizantes del artista, muchos de los cuales estallaron en aplausos y muestras de alivio dentro del recinto judicial.
Diddy, visiblemente conmovido, agradeció varias veces al jurado y se giró hacia sus familiares presentes, haciendo señales de aprobación y satisfacción. Su abogado principal, Marc Agnifilo, solicitó que se le concediera la libertad provisional hasta el día de la sentencia. Sin embargo, la Fiscalía se opuso argumentando que Combs aún representa un riesgo de fuga y podría constituir una amenaza para la sociedad.
Aunque el veredicto fue calificado por varios medios como “benévolo”, el futuro legal de Combs sigue en juego. La sentencia definitiva podría significar años de cárcel, además de repercusiones reputacionales y económicas. El juez a cargo del caso fijará una fecha próxima para emitir el fallo definitivo.
Este juicio ha sido uno de los más mediáticos del año en Estados Unidos, al exponer acusaciones delicadas sobre figuras del entretenimiento y abrir nuevamente el debate sobre el abuso de poder en la industria musical.