Finanzas públicas y política

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La ley espía


El gobierno federal, a través de los legisladores oficialistas concretaron un duro golpe a la democracia; una vez más impusieron su mayoría en ambas cámaras del Congreso de la Unión para aprobar una ley que bajo argumento de contribuir a la seguridad nacional, se utilizará para vulnerar las libertades fundamentales de las y los ciudadanos.

La “Ley de Investigación e Inteligencia” no es una herramienta para proteger al pueblo; es un andamiaje de vigilancia masiva, un cheque en blanco para un gobierno que busca espiar, controlar y reprimir sin límites.

Desde Acción Nacional, presentamos reservas para frenar esta amenaza; alzamos la voz con un mensaje claro y contundente: ¡no a la Ley Espía!, porque nuestros postulados enarbolan la libertad de expresión. Esta ley no es un avance; es un retroceso gravísimo a los tiempos más oscuros del autoritarismo.

Se nos vende como una solución para combatir el crimen, pero lo que realmente hace es legalizar un sistema de espionaje sin precedentes. Imaginemos un país donde cada paso que damos, cada llamada que hacemos, cada dato de nuestra vida –biométrico, médico, financiero, educativo– está en manos del gobierno, sin que medie una orden judicial, sin una causa probable, sin ningún control.

Esta reforma otorga a la Secretaría de Seguridad y al Centro Nacional de Inteligencia un poder absoluto para vigilar a todos, sin distinguir entre culpables o inocentes. Esto no es seguridad; eso es opresión disfrazada de Big Data. Uno de los abusos más alarmantes es la autorización para que empresas extranjeras, gobiernos internacionales y actores privados participen en esta vigilancia sin reglas claras ni mecanismos de defensa para los ciudadanos.

¿Qué significa esto? Que tus datos más íntimos podrían terminar en manos de corporaciones foráneas o gobiernos extranjeros, sin que tengas derecho a saberlo o impedirlo. Esto no solo viola el derecho a la privacidad consagrado en nuestra Constitución; es una traición a la soberanía nacional.

Esta ley legaliza el uso de inteligencia artificial y algoritmos predictivos para decidir quién es una amenaza, quién debe ser vigilado, quién debe ser perseguido. Esto no es ciencia ficción; es criminalización anticipada con sesgos digitales.

Un algoritmo, sin rostro ni responsabilidad, podría marcarte como sospechoso por tu forma de vida, tus opiniones o tus movimientos en la red, sin que puedas defenderte. Y lo más grave: los productos de esta inteligencia podrán usarse como pruebas penales, sin garantizar su autenticidad, sin cadena de custodia, sin control judicial.

Llamamos a la ciudadanía, al pueblo de México y a todos sus jóvenes para alzar la voz, a defender su libertad, a rechazar este intento de control absoluto. ¡No a la Ley Espía! ¡México despierta!

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