
Miscelánea, salud y política
Tocar fondo
“Sin historia no hay memoria y tampoco democracia”: Porfirio Muñoz Ledo (23-07-1933/09-07-2023)
¿Cuándo la juventud dejó de ser considerada por el sistema el futuro de México? Hoy ante la ola creciente de violencia extrema, es urgente que el Estado mexicano atienda la problemática que ha colocado a los jóvenes –hombres y mujeres–, niñas y niños como el blanco principal del crimen organizado.
Ante la cotidianidad homicida, nuevos crímenes horrendos han sacudido la conciencia de una población adormecida: la aparición reciente del cadáver de una joven mujer de 28 años, abandonado en la carretera Bahía de Quino, Hermosillo, Sonora y siete kilómetros más adelante, tres cuerpos sin vida, sus hijas, un par de ellas, niñas gemelas de 13 años y la menor, de 10. Todas fueron ejecutadas con arma de fuego.
El presunto feminicida múltiple fue detenido, y según informó la Fiscalía de Sonora, se trata de una pareja “ocasional” afectiva –sic—. Juan Antonio “N”, narcomenudista detenido en flagrancia, quien según primeras averiguaciones se jactaba de que la mataría para cobrar el seguro de vida que la víctima puso a su nombre. Una nueva ola de violencia afecta varios territorios del país.
La ciudad de Hermosillo se convirtió en foco del horror la semana pasada, sólo unos días antes un joven de secundaria fue decapitado y su cabeza apareció en un centro comercial; simultáneamente una mujer de 18 años embarazada es acribillada al abrirle la puerta a su asesino.
México padece de violencia extrema, de barbarie, pese a que el gobierno presume la disminución oficial de la cifra de homicidios; la descomposición social y moral en el país es tal que los crímenes brutales debieran encender las alarmas en Palacio Nacional. Hasta ahora la jefa del Ejecutivo, Claudia Sheinbaum, en sus nueve meses de gestión ha logrado la aprobación de 35 iniciativas de reformas legales en el Congreso de la Unión, cifra récord histórica, nueve de ellas constitucionales. Para nadie es desconocido que Sheinbaum ha priorizado las polémicas iniciativas heredadas por su antecesor para reformar el Poder Judicial y desaparecer a los órganos autónomos constitucionales, con lo que ella sería la beneficiaria de la concentración del poder político y la eliminación de contrapesos democráticos.
Sin embargo, a estas alturas de su administración hay quien duda si la presidente Claudia Sheinbaum ha podido sacudirse al líder moral del Movimiento de Regeneración Nacional. Las dudas crecen ante acciones inexplicables: el nombramiento inoportuno y polémico de Hugo López Gatell como embajador de México ante la OMS, conociendo que para millones de mexicanos el médico debería haber sido juzgado por crímenes de lesa humanidad, ante el deceso de 800 mil mexicanos a causa de un mal manejo de la pandemia de Covid 19.
La mandataria ha tenido que sortear las presiones migratorias y arancelarias del presidente de los Estados Unidos Donald Trump; deportaciones masivas de migrantes mexicanos y extranjeros a territorio nacional; en operativos dirigidos por Omar García Harfuch han desmantelado una importante red de huachicol y cientos de laboratorios de fentanilo, cuya existencia fue negada por su antecesor. Sheinbaum ha tenido que dar la cara ante la incriminación de lavado de dinero de instituciones bancarias mexicanas y de Alfonso Romo dueño de Vector, un empresario cercano a López Obrador, quien fungió como jefe de la oficina de la presidencia.
¿Cuánto más podrá enfrentar el gobierno actual como consecuencia de alianzas inconfesables realizadas por el líder moral de la Cuarta Transformación?
Hace dos años, un día como hoy, 9 de julio, murió Porfirio Muñoz Ledo, un hombre del poder, reconocido por su inteligencia y formación intelectual, fue un protagonista de la evoluc…