
Trump sube presión sobre Putin con amenaza de aranceles y envío de armas a Ucrania
Washington, 14 de julio (EFE).— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció este lunes su postura frente a Rusia al amenazar con imponer aranceles del 100 % y aplicar sanciones secundarias si Vladímir Putin no acepta un acuerdo de paz con Ucrania en los próximos 50 días. Además, anunció el envío de armamento a Kiev, incluidos sistemas antimisiles Patriot, cuyo costo será asumido por aliados europeos.
El anuncio se produjo durante una reunión en la Casa Blanca con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, donde Trump expresó su creciente descontento con Moscú. “Una de las razones por las que usted está hoy aquí es porque estoy muy descontento con Rusia”, dijo el mandatario al inicio del encuentro.
De acuerdo con un funcionario citado por CNN, los llamados “aranceles secundarios” incluirán un gravamen del 100 % a productos rusos, así como sanciones a terceros países o entidades que continúen comprando petróleo ruso, en una ampliación significativa de la presión económica.
El giro en la retórica de Trump ocurre tras meses de frustración por la falta de avances diplomáticos. Según el propio presidente, ha estado cerca de cerrar un acuerdo con Putin en al menos cuatro ocasiones, pero sin éxito. El punto de ruptura, detalló, fue una llamada telefónica el 3 de julio, en la que el mandatario ruso reafirmó su intención de mantener sus objetivos militares en Ucrania.
En paralelo, Trump confirmó el envío de armas a Ucrania bajo un nuevo esquema de financiamiento: “Les enviaremos armas y ellos las pagarán. Nosotros, Estados Unidos, no haremos ningún pago”, enfatizó. El paquete incluirá misiles, municiones y los sistemas Patriot, tecnología clave solicitada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Esta estrategia permite a Trump mantener su promesa de campaña de reducir la participación directa de Estados Unidos en la guerra, trasladando el peso financiero a los países europeos. Rutte celebró la decisión y la calificó de “totalmente lógica”, resaltando el liderazgo estadounidense en la fabricación del armamento.
Con estas medidas, Trump busca aumentar la presión sobre el Kremlin mientras redefine el rol de Washington en el conflicto, apelando tanto a la disuasión económica como al respaldo militar indirecto.