
Violencia en el fútbol argentino: diez heridos y más de cien detenidos tras enfrentamientos en Avellaneda
El partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile fue suspendido este miércoles tras una serie de graves incidentes en las tribunas del estadio Libertadores de América, que dejaron al menos diez personas heridas y más de cien detenidos.
Los enfrentamientos comenzaron en el segundo tiempo, cuando el marcador se encontraba 1-1. Según reportes oficiales, hinchas del equipo visitante, ubicados en la bandeja superior, lanzaron objetos contundentes —incluyendo piedras, palos y fragmentos de concreto— hacia la grada inferior, donde se encontraban simpatizantes locales. La situación se agravó rápidamente ante la inacción de las fuerzas de seguridad, lo que permitió el ingreso de aficionados de Independiente a la zona visitante, desatando una batalla campal.
Entre los heridos se encuentra al menos un aficionado chileno en estado crítico, quien habría saltado desde una altura de más de 30 metros para escapar de las agresiones. Las imágenes difundidas muestran escenas de pánico, fuego en las gradas y múltiples personas ensangrentadas y golpeadas, lo que ha generado una fuerte condena pública y oficial.
La CONMEBOL anunció la cancelación definitiva del encuentro, alegando “falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades”. El expediente será remitido a los órganos disciplinarios del organismo para determinar posibles sanciones.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó los hechos como “irresponsables” y ordenó asistencia consular para los ciudadanos afectados, incluyendo visitas a comisarías y hospitales por parte del embajador José Antonio Viera Gallo.