
Provienen de familias de escasos recursos el 77% de nuevos estudiantes de bachillerato y el 80% de nuevos estudiantes de licenciatura en la UNAM
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, al presidir la ceremonia de apertura del ciclo escolar 2025-2026, remarcó que la Universidad Nacional es un catalizador de la movilidad social, pues casi nueve de cada 10 de las y los estudiantes provienen de familias con ingresos menores a cuatro salarios mínimos, y más de la mitad son los primeros en sus hogares en acceder a la educación superior.
“A pesar de ello, 77 por ciento de quienes ingresan al bachillerato y cerca del 80 por ciento de quienes acceden a licenciatura estudiaron en escuelas públicas, confirmando que el ejercicio pleno de este derecho es la ruta más eficiente para superar las barreras socioeconómicas”, comentó acompañado por los presidentes de la Junta de Gobierno y del Patronato Universitario, Renato González Mello y Mario Luis Fuentes Alcalá, respectivamente, así como por la secretaria General de la Universidad, Patricia Dolores Dávila Aranda.
Afirmó que la educación superior no puede reducirse a un catálogo de competencias para el mercado laboral; formar nuevas generaciones requiere educar ciudadanas y ciudadanos capaces de participar en la vida democrática, de defender la verdad frente a la desinformación y de trabajar con otros para diseñar estrategias incluyentes.
“Para cumplir con este objetivo contamos con la autonomía universitaria, corazón de la educación superior pública, que nos permite ejercer la libertad académica, buscar la verdad y servir al país siempre guiados por el bienestar común y la justicia”, manifestó ante cientos de estudiantes de nuevo ingreso del bachillerato y la licenciatura.
En el Salón Juárez del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, el rector dio la bienvenida a las y los más de 84 mil alumnos de nuevo ingreso y señaló que las instituciones de educación superior tienen un papel inestimable e insustituible.
“Les corresponde imaginar y ensayar nuevas formas de convivencia, de enseñanza y de cuidado de nuestro entorno; atreverse a formular preguntas difíciles, fomentar el debate informado y cultivar el pensamiento crítico con la misma seriedad con que se desarrollan las capacidades técnicas”.
Este papel es fundamental ante los cambios globales que vivimos, marcados por transformaciones tecnológicas, las tensiones geopolíticas que reconfiguran relaciones de poder, y crisis socio ambientales que ponen en riesgo la vida misma. Nuestro país encara desigualdades persistentes, retos en salud y educación, y la necesidad de diversificar su economía en una realidad comercial llena de incertidumbre, apuntó.
Añadió que la UNAM otorga becas con las cuales busca generar condiciones para que los estudiantes tengan igualdad de oportunidades, trayectorias académicas sostenidas y la certeza de que nadie quede rezagado por limitaciones básicas.
Detalló que en el último año escolar se otorgaron 302 mil becas y apoyos, lo que representa poco más del 80 por ciento del estudiantado. Recientemente se creó la Beca Ifigenia Martínez–Apoyo para la Alimentación, dirigida en su primera etapa a cuatro mil 200 jóvenes de licenciatura en situación de vulnerabilidad. “Esta iniciativa apoya directamente a quienes enfrentan riesgos de rezago y abandono escolar, reafirmando que buscamos estimular una formación integral y equitativa”.