La industria de la construcción en México enfrenta su racha negativa más prolongada desde la pandemia. De acuerdo con cifras oficiales, en junio registró una contracción anual de 18.19%, mientras que en el acumulado del año suma una caída de 16.88%, el mayor retroceso para un periodo similar desde 2020.

El desplome es aún más marcado en la construcción pública, que reporta una disminución de 43.20% en lo que va del año, la más severa desde que existen registros en 2007. Este resultado está relacionado con la reducción en el gasto de infraestructura del gobierno, que entre enero y junio cayó 30% respecto al mismo lapso de 2023.
En contraste, los datos muestran que los capitales mexicanos se están desplazando fuera del país. La inversión directa de mexicanos en el exterior, destinada a plantas y equipos, creció 181% anual en el segundo trimestre.
Este comportamiento refleja que, pese a la disponibilidad de recursos, las condiciones internas han llevado a que los inversionistas nacionales opten por canalizar su dinero hacia proyectos en el extranjero.

