Niñas, niños y jóvenes están expuestos las 24 horas a la violencia o bullying virtual, advierte investigador de la UNAM.

Niñas, niños y jóvenes están expuestos las 24 horas a la violencia o bullying virtual, advierte investigador de la UNAM.

El acceso ilimitado y la velocidad a la que viaja la información desde cualquier parte del mundo, la virtualidad y el anonimato, colocan a la violencia digital como de mayor riesgo, que la presencial o real, para niños y jóvenes y hacen complejo el tema del cuidado en entornos digitales, alertó el coordinador del Seminario Universitario de Redes Sociales y Cultura Digital de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, de la UNAM, Felipe Zámano.

En el Seminario Cuidados para la vida y el bien común -organizado en el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3)- señaló que el entorno digital ha evolucionado y la complejidad de dicho problema se ha agudizado.

Durante la sesión dedicada al tema Autocuidado y cuidado colectivo en redes sociales, recalcó que la agresión digital afecta más a las mujeres. Cuando ocurre, son las primeras en dejar de usar las redes o medios de comunicación en línea; pierden ese derecho, lo que no sucede con el agresor.

Ese abuso ha ido escalando, casos de suplantación de identidad; pornovenganza; compartir contenido íntimo o sexual de la pareja o expareja; o el sexting, que es enviar contenido de carácter sexual sin consentimiento, son algunas de las prácticas que se replican en el exterior y, por ejemplo, en la pareja. Producen ansiedad, depresión, falta de concentración, baja de productividad, consumo de sustancias o aislamiento social.

Otro caso es el bullying, antes se acababa en el horario escolar; pero hoy en día es de 24 horas todos los días, y se extiende a la familia. “La violencia virtual es peor que la presencial entre adolescentes y jóvenes porque es permanente”, consideró Felipe Zámano.

El ataque sociodigital se conforma de actos a través de redes sociales, mensajería de móviles, correo electrónico o cualquier tecnología de comunicación e información utilizada para esos fines. Además, recordó, el contenido “vive”; aunque se “baje” de internet, hay espacios donde la información permanece y una foto de hace años puede reaparecer.

En la actualidad es aún mayor la complejidad del fenómeno porque no se requiere que alguien tenga una foto íntima de otra persona; únicamente con la imagen de la cara se puede generar contenido sexual a través de inteligencia artificial, enfatizó.

La Ley Olimpia y un conjunto de reformas legales en nuestro país que lo reconocen y sancionan como un delito, ha sido referente a nivel mundial. “México está avanzado en términos de protección a víctimas de esa violencia”, opinó Zámano.

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