
Persiste en México la discriminación de género, existe aun una brecha salarial de al menos 15% entre hombres y mujeres, afirma el rector de la UNAM
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, sostuvo que los desafíos en materia de igualdad de género se cuentan entre los más lacerantes y urgentes a escala global, y exigen ser atendidos con una mirada interseccional y un esfuerzo interinstitucional.
Destacó que en México los avances conviven con profundas disparidades, pues, dijo, según el Índice Global de Brecha de Género 2025 nuestro país ocupa el lugar 23 a nivel mundial, con logros significativos en educación, salud y representación política.
Sin embargo, persisten rezagos estructurales: apenas el 14 por ciento de las mujeres graduadas universitarias estudian carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, frente al 36 por ciento de los hombres; sólo 11 por ciento de las empresas son propiedad mayoritaria de mujeres; y seguimos enfrentando una marcada brecha salarial, cercana al 15 por ciento en promedio.
Al inaugurar el Encuentro de Rectoras de Universidades y Directoras de Instituciones de Educación Superior, el rector afirmó que como instituciones de educación superior, estos datos “nos interpelan directamente, ya que nos recuerdan que nuestra misión no solo es formar profesionistas altamente capacitados, sino también contribuir a cambiar las estructuras sociales que perpetúan la desigualdad”.
La coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán Álvarez, comentó que la realidad en América Latina es que el porcentaje de mujeres en cargos directivos es todavía minoritario.
“Contrariamente a lo que se podría esperar, dada la alta matrícula femenina y el progreso en la paridad docente, los puestos de liderazgo siguen dominados por hombres. Es relevante, por tanto, implementar políticas que garanticen la paridad y el acceso equitativo de ellas en la dirigencia de la educación superior”.
La UNAM, manifestó Beltrán Álvarez, es una excepción; asume su compromiso para promover el acceso de las mujeres a puestos de liderazgo y cargos académicos relevantes. “Es un objetivo institucional prioritario, nacido de una conquista social, y que fortalece los derechos humanos en nuestra comunidad”.