
Científicos japoneses desarrollaron ADRIANA, un analgésico no opioide que podría proporcionar un alivio potente sin los riesgos de adicción
Científicos japoneses han desarrollado un analgésico no opioide que podría proporcionar un alivio potente sin los riesgos de adicción, lo llaman ADRIANA. Tras completar con éxito los ensayos clínicos, se están llevando a cabo amplios estudios en Estados Unidos, lo que genera esperanzas de un futuro más seguro en el tratamiento del dolor.
Los opioides como la morfina se utilizan ampliamente en la práctica médica debido a sus potentes efectos analgésicos. Sin embargo, conllevan el riesgo de efectos adversos graves, como depresión respiratoria y farmacodependencia. Por ello, Japón cuenta con estrictas regulaciones para garantizar que estos medicamentos sean recetados únicamente por médicos autorizados.
Sin embargo, en Estados Unidos, el opioide OxyContin se recetaba con frecuencia, lo que desencadenó un aumento en el uso indebido de opioides sintéticos como el fentanilo. Como resultado, el número de muertes por sobredosis de opioides superó las 80 mil en 2023, lo que derivó en una crisis nacional de salud pública conocida como la “crisis de los opioides”.
Como el primer analgésico no opioide de Japón, ADRIANA tiene el potencial no solo de aliviar el dolor intenso de pacientes de todo el mundo, sino que también podría desempeñar un papel importante a la hora de abordar la crisis de los opioides (un problema social acuciante en los Estados Unidos) y contribuir así a los esfuerzos internacionales de salud pública.
Este nuevo analgésico ejerce su efecto mediante un mecanismo completamente diferente. El desarrollo clínico de ADRIANA, está actualmente en marcha como parte de una colaboración internacional.
“Si se comercializa con éxito, ADRIANA ofrecería una nueva opción de manejo del dolor que no depende de opioides, contribuyendo significativamente a la reducción del uso de opioides en entornos clínicos”, afirma el autor correspondiente Masatoshi Hagiwara, profesor especialmente designado en la Universidad de Kioto.