
Durante más de 70 años apoyaron la educación de millones de niños, ahora los libros Gader cumplen 17 años en litigio
Graciela Rincón Ávila, hija del pedagogo y autor de los famosos cuadernos de apoyo educativo Gader, Valentín Rincón Gómez, acusó a su hermano mayor, Miguel Ángel Rincón Ávila, de no rendir cuentas como albacea y apoderarse indebidamente de la obra de su padre.
A 20 años del fallecimiento del maestro Valentín Rincón, se cumplen 17 años de litigio por la disputa de los derechos y regalías de los textos que apoyan la educación de millones de niños mexicanos desde la aparición de los mismos en 1947.
A mediados del siglo pasado los Cuadernos Gader eran muy demandados como libros auxiliares en escuelas públicas y privadas de México. Tal fue la fama que en sus mejores momentos se imprimieron 580 mil ejemplares al año, según consta en una nota escrita a mano por el autor, que Graciela, guarda como reliquia.
Con el avance de la tecnología la colección de textos pasaron de análogo a digital y el internet acercó miles de materiales a los niños. Aunque los Cuadernos migraron a lo digital, se desconoce su éxito porque Miguel Ángel se apropió de la obra y no rinde cuentas a nadie, afirma Graciela Rincón Ávila.
Ello a pesar de que en su testamento, Valentín Rincón dejó como heredera universal a su esposa y, si ella falleciera, lo que ocurrió al año siguiente, en septiembre de 2006, se procedía a la repartición de bienes y propiedades entre sus cuatro hijos. Dejó como heredero a Miguel Ángel, su único hijo varón. Lo nombró albacea e impuso la obligación de entregar el 10% de las regalías a cada una de sus tres hermanas: Raquel, Graciela y Mireya, según consta en el testamento.
Sin embargo en 2007 Miguel Ángel creó su propia empresa, Editorial Gader, S.A. de C.V., dedicada a la creación, elaboración y distribución de material bibliográfico, teniendo como socios a sus tres hijas: Marcela, Beatriz y Valeria Rincón Sifuentes, y como apoderada legal quedó Mireya, una de las hermanas y herederas, quien está del lado de su hermano en el litigio.
Un mes después, se inscribió en el Registro Público del Derecho de Autor como autor y titular de ampliación de los seis volúmenes de Cuadernos Gader de Aritmética y Geometría, y de Mi Gadercito, otra obra de Valentín dedicada a los niños de kínder.
En agosto de ese mismo año, los accionistas de Editorial Gader cambiaron la denominación social a Editorial Valegra (por Valentín y Graciela). Y así, en tres jugadas, empezó a comercializar los libros como si Miguel Ángel fuera el autor, desconociendo el testamento de la madre y sin contar con el permiso de las otras legítimas herederas.