
La permanencia de Lisa Cook en la Reserva Federal enfrenta una decisión judicial sin precedentes
Una jueza federal deberá decidir en los próximos días si la economista Lisa Cook permanece en la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed), o si es removida del cargo como lo solicita el presidente Donald Trump, en un caso que podría redefinir los límites de la independencia del banco central más influyente del mundo.
Cook, primera mujer afroestadounidense en ocupar dicho puesto, enfrenta una demanda de destitución impulsada por Trump, quien argumenta que la funcionaria incurrió en fraude hipotecario al declarar dos propiedades como residencia principal en trámites bancarios distintos. El mandatario envió una carta de despido el 25 de agosto, basándose en estas alegaciones.
La defensa de Cook sostiene que se trata de una maniobra política para alterar la composición de la Junta y favorecer decisiones monetarias alineadas con los intereses del Ejecutivo. En su demanda, Cook solicita que se le permita continuar en funciones mientras se resuelve el proceso judicial, especialmente ante la próxima reunión de la Fed programada para el 16 y 17 de septiembre.
El caso plantea interrogantes clave: ¿puede un presidente remover discrecionalmente a un gobernador de la Fed? ¿Constituyen las acusaciones una “causa” válida según la Ley de la Reserva Federal? ¿Debe considerarse la conducta previa al nombramiento como motivo suficiente para la destitución?
La jueza Jia Cobb deberá evaluar si se vulneraron los derechos de defensa de Cook, si el término “causa” ofrece protección sustantiva contra decisiones arbitrarias, y si la independencia de la Fed puede ser comprometida por disputas de política monetaria.