La explosión de una pipa de gas LP ocurrida en el Puente de la Concordia, en Santa Martha, Iztapalapa, ha dejado hasta el momento seis personas fallecidas y más de 90 lesionadas. El siniestro, provocado por la volcadura de una unidad de transporte de gas, activó un amplio operativo de emergencia y generó escenas de dolor, caos y angustia en la zona.
Mientras los cuerpos de emergencia atendían a las víctimas y trasladaban a los heridos a hospitales de la Ciudad de México, la ciudadanía respondió con una fuerza que solo se ve en los momentos más difíciles. En medio del desastre, surgió una muestra espontánea de unidad y empatía que ha marcado la jornada.
Vecinos de la zona salieron a repartir botellas de agua a paramédicos, bomberos, policías, reporteros y voluntarios. Motociclistas se ofrecieron a trasladar gratuitamente a familiares de víctimas entre hospitales, en busca de información sobre sus seres queridos. Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) compartieron café y sándwiches con quienes esperaban noticias afuera de los centros médicos.
Además, decenas de personas han llevado insumos como gasas, medicamentos, papel higiénico y alimentos a los hospitales donde se encuentran internadas las víctimas. La solidaridad se ha extendido también a redes sociales, donde se han organizado colectas y cadenas de apoyo para quienes lo han perdido todo.
Incluso asociaciones dedicadas al bienestar animal se sumaron al esfuerzo, brindando alimento y atención a perros y gatos que resultaron heridos o desorientados tras la explosión. Algunos fueron rescatados en la zona del siniestro y trasladados a refugios temporales.
Este tipo de gestos, espontáneos y desinteresados, reflejan el espíritu que caracteriza a la sociedad mexicana: ante la tragedia, la unión. En medio del dolor, la empatía se convierte en fuerza colectiva.
