
Finanzas Públicas y Política
Finanzas públicas en la lona
Las finanzas públicas en México están en la lona, y la economía prácticamente estancada porque la Hacienda pública no se ha podido recuperar de la fiesta de dispendio y despilfarro que heredó Andrés Manuel López Obrador a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Todas las obras faraónicas e inútiles, los sobrecostos que representó el AIFA, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, son solo ejemplos de este despilfarro de las finanzas públicas; mientras que, la economía se mantiene estancada desde hace siete años con un crecimiento mediocre promedio del 0.9%.
Y qué decir de la deuda pública que en este mismo periodo del autoproclamado gobierno de la cuarta transformación ha crecido al doble, de 2018 a la fecha, dicha deuda creció en 10.5 billones de pesos para un acumulado histórico de 20.3 millones.
Peor aún, la deuda que se contraerá en el próximo ejercicio fiscal, asciende a 1.8 billones de pesos, y de éstos 1.5 billones se destinarán solo al pago de intereses.
La inversión en infraestructura para el próximo año es casi nula, inversión que debería generar empleos; que por cierto, los empleos formales que registra el IMSS, la cifra ha caído este año en 52 mil 500 puestos de trabajo respecto al año 2024; mientras que la tasa de informalidad va al alza.
Esta tasa creció en 1.6%, lo que representa 1.2 millones de personas más que se fueron a trabajar a la informalidad, esto es lo que ha dejado la política económica de este gobierno.
El gasto en inversión física cayó este año en 399 mil millones de pesos, lo que se traduce en 152 mil millones de pesos menos que el año pasado. Menos inversión, menos empleo, menos crecimiento y el índice global de actividad económica cayó a menos 0.9% de la actividad empresarial en el último semestre de este año.
El huachicol fiscal es un problema más que suma a la deteriorada economía y pésimo manejo de las finanzas públicas, toda vez que se estima que por esta práctica el gobierno no recibió cuando menos un monto de 550 mil millones de pesos por el contrabando de combustible.
En resumen, no podemos seguir con la fiesta del despilfarro, el gobierno mexicano debe ser más responsable en el manejo de las finanzas públicas, o de lo contrario seguiremos en caída libre y con mayor endeudamiento.