Arsenal

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Descontento acumulado

La imagen es elocuente. Un camión en llamas incrustado ayer en la puerta 1-A del Campo Militar en la CDMX. Petardos y pintas escritas por normalistas encapuchados, la víspera del 11º aniversario de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, reflejan el descontento acumulado.

Es la respuesta a un régimen que lucró políticamente con la tragedia de Ayotzinapa, pero que, tras casi siete años en el poder, se rehúsa entregar los archivos de la Sedena.

Padres de los desaparecidos acusan al Ejército de obstruir la investigación. Ayer no hubo lesionados que lamentar. Mañana quién sabe…

* Menudo dilema para la presidenta Sheinbaum. Los militares son aliados de la cuatroté. Desvelar los 800 folios que tiene la Secretaría de la Defensa sobre esa negra noche de Iguala, podría afectar a militares encumbrados del régimen.

Ya de por sí tiene que lidiar con el escándalo de la red de Huachicol Fiscal, que dañó el prestigio de la Marina Armada, y con los presuntos vínculos de Adán Augusto con el Cártel de La Barredora.

No es la primera vez que se producen protestas de los normalistas contra instalaciones militares en la Ciudad de México.

En los aniversarios anteriores, desde el 2015, las manifestaciones han pasado por sedes militares o por Paseo de la Reforma, con quemas de efigies, consignas y pintas, pero sin derribo de puertas o explosivos.

Este año subieron de tono. Apenas hace unos días hubo ataques con petardos en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería, en Iguala, o la 35 Zona Militar en Chilpancingo.

Hoy habrá una manifestación del Ángel al Zócalo. Tome sus precauciones.

*Dice el empresario Ricardo Salinas Pliego, cliente de las críticas en las mañaneras, que perder el tiempo en ataques personales no fortalece a México

“Lo que sí puede hacerlo es abrir una mesa de diálogo responsable”, escribió ayer en su cuenta de X.

Propone, por lo pronto, una mesa de negociación “abierta, seria y transparente” entre el equipo de la mandataria y el suyo.

“El objetivo es encontrar puntos de acuerdo y construir soluciones justas para que las empresas del Grupo Salinas paguen lo que es justo (de impuestos) y lo que corresponde, de acuerdo con la Ley”, puntualizó.

Suena bien. Es gana-gana.

*Fuimos ayer al desayuno que ofreció a la fuente de reporteros que cubren la Cámara de Diputados, la panista Kenia López, presidenta de la mesa directiva en San Lázaro.

Aprovechamos la sesión de preguntas y respuestas para indagar cómo se produjo esa “metamorfosis” que la llevó de ser una aguerrida opositora en el Senado, a mantener esa postura neutral que la ha caracterizado en los 25 días que ha estado en ese cargo.

“Tuve un año de entrenamiento en la vicepresidencia. Un año de un proceso de reflexión. Esa metamorfosis se dio ese año. Pude entender la obligación legal y ética de respetar la posición de todos los compañeros, que todos necesitan ser escuchados…”, respondió.

Y añadió un comentario que trajo a mi mente al senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña:

“…Está muy mal que el presidente de un cuerpo colegiado tome partido. No solamente es ilegal, sino además es antiético.”

–¿Es difícil ser la única opositora que ocupa un cargo destacado en ese engranaje llamado cuatroté?.

–Sí, por supuesto. No es fácil, pero estoy segura que si lo hago con disciplina, con trabajo, con constancia, las cosas van a salir muy bien, no sólo para mí, sino para el PAN o para la oposición, sino para todo México.

*

No mejora la salud del diputado de Morena, Manuel Espino, ex jefe nacional del PAN. Hace dos semanas le dió un derrame cerebral. No mejora. Tampoco hay dinero para pagar el hospital. Lo reportan grave en Médica Sur.

Es por eso que Ricardo Monreal, coordinador de la bancada guinda en San Lázaro, promueve una colecta entre diputados de Morena –y los que se quieran sumar– para ayudar al legislador de Durango.

La aportación mínima (voluntaria) es por 5 mil pesos. En caso de que los 253 diputados dieran cada uno esa cantidad, se alcanzaría un millón 265 mil pesos. Los gastos médicos, sin embargo, rebasan los 4 millones de pesos.

Espino no es un hombre pobre. Tiene su cuenta bancaria, aunque nos aseguran que su familia no tiene acceso a la misma. Es dueño del hotel Posada de María, y del restaurante El Esquilón, en su natal Polanco.

¿Por qué su familia no tiene acceso a su dinero?

*Fe de erratas. Escribí ayer en este espacio que la UNAM otorgó al Auditor Superior de la Federación el título Honoris Causa. Una disculpa a los lectores. Fue la Universidad Autónoma de Nuevo León.

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