La Estatua de la Libertad, símbolo universal de libertad y uno de los monumentos más visitados de Estados Unidos, amaneció este miércoles cerrada al público como consecuencia directa del cierre del Gobierno federal que entró en vigor a la medianoche.
A diferencia de 2018, cuando el entonces gobernador Andrew Cuomo decidió mantener abierto el acceso al monumento como gesto de “fuerza y esperanza” en tiempos difíciles, la actual mandataria estatal, Kathy Hochul, confirmó que no hará una excepción en esta ocasión. En un mensaje enviado al diario New York Post, Hochul responsabilizó a los legisladores republicanos por la paralización presupuestaria: “Si la antorcha de la Estatua de la Libertad se apaga, será gracias a los republicanos de Washington que rechazan el sentido común y abandonan al pueblo para el que fueron elegidos como representantes”.
El cierre afecta directamente a miles de turistas que visitan diariamente Liberty Island, así como a trabajadores del parque y operadores turísticos. En 2024, el monumento recibió 3.72 millones de visitantes, cifra aún por debajo del récord de 4.5 millones alcanzado en 2016.
La decisión ha generado reacciones divididas entre sectores políticos, operadores turísticos y ciudadanía, en medio de un clima de tensión por la falta de acuerdos presupuestarios en el Congreso estadounidense.
La Estatua de la Libertad, inaugurada en 1886 y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, permanece como emblema de bienvenida a migrantes, símbolo de democracia y atractivo turístico clave para la ciudad de Nueva York.