El daño causado por un accidente cerebrovascular se revierte gracias a que las células madre regeneran el cerebro

El daño causado por un accidente cerebrovascular se revierte gracias a que las células madre regeneran el cerebro

Uno de cada cuatro adultos sufre un ictus a lo largo de su vida, dejando a aproximadamente la mitad con daños residuales, como parálisis o problemas del habla, debido a que las hemorragias internas o la falta de oxígeno destruyen irreversiblemente las células cerebrales. Actualmente no existen terapias para reparar este tipo de daño. «Por eso es esencial buscar nuevos enfoques terapéuticos para la posible regeneración cerebral tras enfermedades o accidentes», afirma Christian Tackenberg, director científico de la División del Grupo de Neurodegeneración del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad de Zúrich (UZH).

Las células madre neurales tienen el potencial de regenerar el tejido cerebral, como ha demostrado de forma convincente un equipo dirigido por Tackenberg y la investigadora postdoctoral Rebecca Weber en dos estudios realizados en colaboración con un grupo dirigido por Ruslan Rust, de la Universidad del Sur de California. «Nuestros hallazgos demuestran que las células madre neurales no solo forman nuevas neuronas, sino que también inducen otros procesos de regeneración», afirma Tackenberg.

Los estudios emplearon células madre neuronales humanas, a partir de las cuales se pueden formar diferentes tipos de células del sistema nervioso. Las células madre se derivaron de células madre pluripotentes inducidas, que a su vez pueden fabricarse a partir de células somáticas humanas normales. Para su investigación, los investigadores indujeron un ictus permanente en ratones, cuyas características se asemejan mucho a las manifestaciones del ictus en humanos. Los animales fueron modificados genéticamente para que no rechazaran las células madre humanas.

Una semana después de la inducción del ictus, el equipo de investigación trasplantó células madre neuronales en la región cerebral lesionada y observó la evolución posterior mediante diversos métodos de imagen y bioquímicos. «Descubrimos que las células madre sobrevivieron durante todo el período de análisis de cinco semanas y que la mayoría se transformaron en neuronas, que incluso se comunicaron con las células cerebrales ya existentes», afirma Tackenberg.

Los investigadores también encontraron otros marcadores de regeneración: la formación de nuevos vasos sanguíneos, la atenuación de los procesos de respuesta inflamatoria y la mejora de la integridad de la barrera hematoencefálica. «Nuestro análisis va mucho más allá de otros estudios, que se centraron en los efectos inmediatos inmediatamente después del trasplante», explica Tackenberg. Afortunadamente, el trasplante de células madre en ratones también revirtió las deficiencias motoras causadas por el ictus. Un análisis de la marcha de ratones asistido por IA demostró parcialmente este hecho.

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