
Greta Thunberg minimiza maltratos israelíes y pide centrarse en el “genocidio” en Gaza
La activista sueca Greta Thunberg pidió este lunes, a su llegada a Atenas tras ser deportada por Israel, no centrar la atención en los “maltratos y abusos” que sufrió durante su detención, sino en el “genocidio que está siendo transmitido en directo”, en referencia a la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza.
Thunberg fue detenida por las fuerzas israelíes en aguas internacionales cuando participaba en la Global Sumud Flotilla, una misión civil que intentaba llevar ayuda humanitaria a Gaza. Tras seis días bajo custodia, fue deportada junto con otros 170 activistas, según confirmaron las autoridades israelíes, que negaron que los detenidos hayan sufrido abusos.
“Podría hablar largo y tendido sobre lo que pasó, pero esa no es la noticia”, declaró Thunberg en el aeropuerto de Atenas, donde fue recibida por simpatizantes y organizaciones humanitarias. “Permítanme ser muy clara: estamos viendo un genocidio ante nuestros ojos, retransmitido en directo en nuestros teléfonos. Nadie puede decir que no sabíamos lo que estaba pasando”, añadió.
La joven activista acusó a Israel de “empeorar y endurecer su genocidio y la destrucción en masa con intenciones de borrar a una población entera”. Asimismo, reprochó a la comunidad internacional su inacción y recordó que los Estados tienen la obligación legal de “intervenir y evitar que ocurra un genocidio”.
“Mis supuestos líderes, los que dicen representarme, los que siguen alimentando el genocidio, la muerte y la destrucción, no me representan. Es hora de poner fin a la complicidad y al comercio de armas con Israel”, expresó.
Thunberg defendió la importancia de la Global Sumud Flotilla y de otras iniciativas civiles como “último recurso” frente a la inacción internacional. “No solo necesitamos que entre ayuda humanitaria a Gaza. Necesitamos el fin del bloqueo, el fin de la ocupación y la opresión. Esa es la noticia”, subrayó.
Por su parte, el gobierno israelí informó que la deportación de los activistas se realizó en dos vuelos —uno con destino a Grecia y otro a Eslovaquia— y rechazó las denuncias de malos tratos.

