
Las muertes por conducir bajo los efectos del THC están aumentando, y la legalización del cannabis no ha frenado la tendencia
Los hallazgos de un nuevo estudio muestran que en lugares como el condado de Montgomery, Ohio, en Estados Unidos, más del 40 % de los conductores fallecidos en colisiones de vehículos dieron positivo en la prueba de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) activo, con niveles sanguíneos promedio muy superiores a los que se consideran causantes de deterioro.
La investigación destaca un riesgo significativo y persistente para la salud pública que no ha cambiado tras la legalización del cannabis recreativo, afirmaron los autores.
Los investigadores analizaron los registros forenses del condado de Montgomery, Ohio, desde enero de 2019 hasta septiembre de 2024, centrándose en 246 conductores fallecidos a quienes se les realizó una prueba de THC tras un accidente mortal. Cuando se realizan autopsias, la prueba de drogas suele formar parte del proceso. El período de estudio incluyó la legalización del cannabis recreativo en el estado en 2023.
El estudio señala que el forense suele determinar los niveles de THC en sangre pocas horas después del fallecimiento, lo que proporciona una imagen precisa del estado del conductor en el momento del accidente. La mayoría de los estados que han establecido límites legales para la conducción oscilan entre 2 y 5 nanogramos por mililitro (ng/mL), un umbral que el nivel promedio en este estudio (30,7 ng/mL) superó con creces.