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Desde el Norte

Rubén Moreira Valdez
Última actualización: 9 octubre, 2025 9:54 am
Rubén Moreira Valdez
Publicado: 9 octubre, 2025
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El Cáncer y Morena

No es deseado y llega sin pedir permiso. Su anuncio suena a sentencia de muerte y, por desgracia, muchas veces lo es. Tiene aliados de todo tipo, y en la lista se enumeran desde la pobreza hasta políticos ineptos y cínicos. Un diagnóstico a tiempo y con buen pronóstico puede verse ensombrecido por la falta de medicamentos.

El cáncer es del que lo padece y de sus familiares. Nadie lo siente como ellos. Se roba los sueños y llena la mente de angustia y, en ocasiones, de reproche. He visto a mujeres y hombres recibir quimioterapias y resistir el paso de los fármacos por su cuerpo. Los vi entrar al pasillo caminando, sonriendo y fuertes, y al paso de las semanas usar una silla de ruedas y apenas levantar su cabeza sin cabello.

He visto a un padre desmoronarse en llanto y arrodillarse para pedir la salvación de su criatura, mientras una enfermera lo lleva a la fría sala de radioterapia. Los he visto dormir en las calles que rodean a los hospitales y comer en las banquetas en espera del turno que no llega.

Una tarde de sábado llegó el enemigo. Un buen doctor me dijo: “tienes cáncer de próstata”. Al paso de los días se confirmó el Gleason 9 y me ocultaron que uno de los especialistas pronosticó 10 en el marcador. Me salvé por la voluntad de mi Dios y de la señora del Tepeyac; por médicos mexicanos, como mi entrañable Héctor Mario Zapata, y los eminentes doctores Cepeda, Maldonado y Jiménez. Me salvé por el hospital Universitario de Saltillo y sus enfermeras. Desde entonces sé de mi enemigo.

López Obrador dañó a México, y el tiempo lo va a confirmar: nos hizo enfrentar una pandemia con puntadas y supercherías. Su ego pudo más que su función de jefe de Estado. Lo acompañó en esos días un fantoche de apellido Gatell, un porro que nunca fue cuestionado por ninguno de los miembros de esa secta que se denomina Morena.

“Esta idea de los niños con cáncer, que no tienen medicamentos, cada vez lo hemos posicionado como parte de una campaña más allá del país, de los grupos de derecha internacional que están buscando esta ola de simpatía en la ciudadanía mexicana, ya con un visón casi golpista”

Esas palabras imprudentes las mencionó en un programa de televisión pública el pseudo médico Hugo López-Gatell, asesor de López Obrador. Lo hizo frente a dos conductores serviles: dos fanáticos moneros.

P. D. El actual gobierno premió a Gatell y lo envió a una misión diplomática; para el próximo presupuesto seguirán bajando los recursos para salud. Morena es una calamidad.

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