Lima, Perú. La capital peruana vivió una jornada de alta tensión este miércoles, cuando miles de jóvenes de la llamada Generación Z, junto con colectivos sociales, gremios laborales y artistas, se movilizaron hacia el Congreso en rechazo al nuevo presidente José Jerí y al Parlamento. La protesta, que se replicó en más de diez ciudades del país, dejó un saldo de 55 policías heridos, 20 civiles lesionados y 10 detenidos, según cifras oficiales compartidas por el propio mandatario.
Los enfrentamientos se concentraron en el centro histórico de Lima, donde los manifestantes intentaron derribar las rejas de seguridad colocadas por la Policía Nacional. Algunos lanzaron objetos contundentes y encendieron fuego frente al Legislativo, lo que provocó el uso de gases lacrimógenos y un despliegue masivo de agentes. El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, calificó los hechos como “un atentado contra la vida de los policías”, al confirmar que dos agentes se encuentran inconscientes y con fracturas. También se reportó la atención médica de una menor en un hospital policial.

La movilización responde al descontento por la reciente designación de José Jerí como presidente de la República, tras la destitución de Dina Boluarte por “incapacidad moral”. Jerí, quien era titular del Parlamento, enfrenta denuncias por presunto abuso sexual, lo que ha intensificado el rechazo ciudadano. Además, los manifestantes cuestionan el rol de los partidos políticos que sostuvieron a Boluarte en el poder, a pesar de las investigaciones por muertes en protestas previas y presuntos actos de corrupción.
Las consignas también apuntan contra leyes aprobadas en los últimos meses, como reformas al sistema privado de pensiones y medidas que, según los manifestantes, favorecen a organizaciones criminales. En Lima, se observaron pancartas con frases como “Este gobierno no me representa” y “Cierre del Congreso ya”.

La protesta no solo fue política. También tuvo un fuerte componente cultural. La reconocida cantante y exministra Susana Baca se sumó a la marcha, en solidaridad con los grupos musicales afectados por extorsiones recientes, como Agua Marina y Armonía 10. Uno de los ataques dejó un cantante fallecido, lo que encendió las alarmas sobre la inseguridad que enfrentan los artistas en el país.
En ciudades como Arequipa, Huancayo, Chiclayo, Ayacucho, Cusco, Huaraz, Iquitos y Chimbote, se registraron movilizaciones simultáneas. En Huancayo, comerciantes del mercado Modelo marcharon con carteles que calificaban a Jerí como “violador”. En Chiclayo, una enorme bandera de Perú fue portada por jóvenes y profesores sindicalizados del magisterio público.
Mientras los manifestantes se concentraban en el Congreso, el presidente Jerí, junto con el ministro del Interior, el comandante general de la Policía Nacional y el alcalde de Lima, sobrevolaron la ciudad para supervisar las acciones de seguridad. En redes sociales, Jerí afirmó que las cámaras de vigilancia serán clave para identificar a “delincuentes infiltrados” en la marcha, y prometió aplicar “todo el peso de la ley”.

