Los adolescentes que no duermen lo suficiente durante las noches de escuela o tienen el sueño interrumpido tienen mayor riesgo de suicidio, según un nuevo estudio de la Universidad de Warwick.
El suicidio es una de las principales causas de muerte entre los adolescentes del Reino Unido. A pesar de la conocida tendencia de los adolescentes a dormir poco, debido a factores tanto biológicos como sociales, el impacto a largo plazo de esta falta de sueño en el riesgo de suicidio sigue siendo incierto.
Ahora, investigadores de la Universidad de Warwick han demostrado un vínculo longitudinal entre la interrupción del sueño en la adolescencia temprana y los intentos de suicidio posteriores, por primera vez en el contexto de la toma de riesgos y decisiones.
El nuevo estudio, publicado en Sleep Advances, analizó datos de más de 8500 jóvenes del Estudio de Cohorte del Milenio. Se descubrió que los adolescentes que reportaron un intento de suicidio a los 17 años tenían mayor probabilidad de haber pasado menos tiempo en la cama durante los días escolares y de haber tenido un sueño interrumpido a los 14 años.

