En los últimos meses, la administración de Trump ha intentado reconfigurar el orden político y económico tanto en Estados Unidos como en sus relaciones internacionales. Sin embargo, ha enfrentado resistencias significativas que subrayan la fortaleza de los sistemas democráticos. Desde el Poder Judicial, jueces han bloqueado medidas clave, como la eliminación de la ciudadanía por nacimiento y órdenes ejecutivas migratorias. Además, el Congreso, incluso con mayoría republicana, ha mostrado fisuras al revocar aranceles y limitar el poder presidencial en política comercial.
México ha sido impactado por estas políticas, como el reciente anuncio de aranceles al jitomate mexicano, lo que subraya la necesidad de unidad nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum ha enfatizado la importancia de una política exterior basada en calma, mesura y firmeza diplomática para defender los intereses nacionales frente a estas tensiones.
En el ámbito económico, las políticas de Trump han generado dudas sobre el dólar como reserva global, afectando incluso a China, que ha reducido su tenencia de bonos del Tesoro estadounidense. Estas divisiones internas y presiones económicas en Estados Unidos representan una oportunidad para México, al demostrar que no estamos ante un poder absoluto.
La soberanía de México debe defenderse con inteligencia y unidad. Confiar en nuestras instituciones y en el liderazgo de la presidenta Sheinbaum es clave para resistir los embates de gobiernos hostiles y proteger los intereses nacionales.