La economía mexicana registró una contracción anual de 0.3 % durante el tercer trimestre de 2025, de acuerdo con la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Con este resultado, el país enfrenta su primera caída anual desde el cuarto trimestre de 2021.
El retroceso estuvo impulsado principalmente por el desplome del sector secundario, que agrupa las industrias de manufactura, construcción, minería y generación de energía, y que reportó una caída de 2.9 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Las actividades terciarias, que incluyen el comercio y los servicios, también mostraron un desempeño negativo con una baja de 0.9 % anual, lo que refleja el enfriamiento del consumo interno y de los servicios empresariales.
En contraste, el sector primario —agricultura y ganadería— creció 3 % anual, aunque su aporte no fue suficiente para compensar la debilidad de los otros dos grandes sectores, que en conjunto representan más del 90 % del PIB nacional.
En comparación trimestral (julio-septiembre), la economía también se contrajo 0.3 %, lo que confirma el desaceleramiento que el Banco de México había anticipado desde finales de 2024.
De acuerdo con Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs para América Latina, la caída estaba prevista dentro de los modelos de la firma, por lo que se mantiene el pronóstico de crecimiento de apenas 0.5 % para todo 2025.
Desde Nueva York, Ramos advirtió que la actividad real podría verse afectada por la incertidumbre en las políticas internas y externas, la debilitación de la confianza empresarial y los esfuerzos de consolidación fiscal impulsados por el gobierno.
El dato final del PIB se dará a conocer el próximo 21 de noviembre, cuando el Inegi confirme si la contracción trimestral se mantiene, marcando un nuevo punto de inflexión para la economía mexicana.

