Como una señal de incertidumbre política la intención de modificar la figura de revocación de mandato para hacerla coincidir con los comicios federales de 2027, por lo que considero que se trata de una ratificación promovida por el gobierno.
Es un tema que no debería ni siquiera tocarse, porque es un derecho de los ciudadanos, no del gobierno. Lo que están pretendiendo al meterlo en un proceso electoral es una ratificación, no una revocación de mandato.
Si la gente no lo está pidiendo, ¿cómo por qué lo tiene que pedir el gobierno. Eso muestra algunas señales de incertidumbre rumbo a la elección de 2027.
Recordemos que la reforma establece que el proceso de revocación fue impulsado y aprobado por el propio oficialismo, y establece que debe realizarse en fechas distintas a las electorales para que sea a solicitud de los ciudadanos.
Homologar ambos procesos podría ser peligroso, ya que tendrían que incluir a los gobernadores, por ejemplo, la de Veracruz, Rocío Nahle García; apenas tiene un año en el cargo, no sé si los veracruzanos la ratificarían en su mandato.
La propuesta pretende restarle el derecho a la ciudadanía de realizar la revocación de mandato si no está de acuerdo con su gobierno y tenga la posibilidad de recabar firmas y hacer la solicitud, pero si hay conformidad con el gobierno no hay por qué hacer la revocación.
Ellos dicen que tienen el 70 por ciento de aprobación a la presidenta, ¿para qué promover la revocación?

