Tras el fallecimiento del Papa Francisco, el cardenal Kevin Farrell ha asumido el rol de jefe interino del Vaticano. Farrell, quien ocupa el cargo de camarlengo del Vaticano, se encargará de las funciones administrativas y ceremoniales en la sede vacante hasta que se elija un nuevo Pontífice.

Kevin Farrell nació en Dublín, Irlanda, en 1947, y fue ordenado sacerdote en 1978. En 2001, fue nombrado obispo auxiliar de Washington y, más tarde, se trasladó a Dallas, donde trabajó en la archidiócesis como obispo. En 2016, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, una de las principales instituciones vaticanas responsables de los temas relacionados con los laicos, la familia y la juventud.

Farrell también ha sido una figura importante en la defensa de los derechos humanos y la promoción de la unidad entre las diferentes comunidades dentro de la Iglesia Católica. Aunque su carrera ha sido principalmente administrativa, su influencia en el Vaticano ha crecido con el paso de los años, siendo reconocido por su capacidad de gestión y su lealtad al Papa Francisco.

Como camarlengo, Farrell tiene la responsabilidad de gestionar el Vaticano durante el período de la sede vacante, supervisando el proceso de preparación del cónclave que elegirá al nuevo Papa.