La temporada 2025 de la Fórmula 1 ha comenzado con complicaciones para Red Bull, que ha perdido protagonismo ante el gran momento de McLaren, impulsado por su nuevo monoplaza y el rendimiento de Óscar Piastri y Lando Norris. Max Verstappen, relegado al tercer lugar en el campeonato, ha expresado su molestia por las fallas del RB21, principalmente en el sistema de frenado, y ha amenazado con dejar el equipo si no hay mejoras.

Este contexto ha generado tensiones internas en Red Bull, especialmente tras el anuncio de que Helmut Marko dejará su cargo como asesor al final de la temporada. La salida de Marko, quien fue clave en la salida de Checo Pérez del equipo, ha desatado rumores sobre un posible regreso del piloto mexicano.

La falta de un segundo piloto competitivo ha afectado a Verstappen, quien no ha logrado establecer una dupla sólida como la que tenía con Checo. Ni Liam Lawson ni Yuki Tsunoda han estado a la altura de las exigencias de la escudería.

Aunque un regreso de Pérez a Red Bull luce atractivo, especialmente por la buena relación que mantiene con Verstappen, es poco probable. El piloto tapatío ya estaría negociando con Cadillac, escudería que debutará en la F1 en 2026. Aun así, la salida de Marko y la presión de Verstappen podrían dejar una pequeña puerta abierta para un último baile entre el mexicano y los Toros Rojos.