El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió este sábado una orden ejecutiva que revoca las autorizaciones de seguridad y el acceso a información clasificada de varias figuras políticas, incluyendo a su predecesor, Joe Biden, y a la vicepresidenta Kamala Harris.
En el memorándum difundido por la Casa Blanca, Trump justificó la medida argumentando que ya no es de interés nacional que estas personas mantengan acceso a información sensible. Además de Biden y Harris, la revocación afecta a otros destacados demócratas y críticos de Trump, como la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, el exsecretario de Estado Antony Blinken y la fiscal general de Nueva York, Letitia James.
La lista también incluye a republicanos que han sido críticos con Trump, como Liz Cheney y Adam Kinzinger, quienes formaron parte del comité que investigó el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Esta acción se produce en un contexto de creciente tensión política, especialmente después de que en 2021, el entonces presidente Biden revocara el acceso de Trump a informes de inteligencia, citando preocupaciones sobre su comportamiento errático.
La decisión de Trump ha sido vista por analistas como una represalia y un paso más en la polarización política del país. Tradicionalmente, los expresidentes y altos funcionarios mantienen ciertas autorizaciones de seguridad para asesorar en temas de interés nacional, pero esta medida rompe con esa tradición.
Hasta el momento, ni Joe Biden ni los otros afectados han emitido comentarios oficiales sobre la revocación de sus autorizaciones de seguridad.