El Departamento de Defensa anunció hoy el inicio de la operación “Patriota Fiel” que incluirá el despliegue de cinco mil 200 soldados en activo armados para “endurecer” la frontera con México y evitar el ingreso ilegal de inmigrantes, incluída la caravana de migrantes.
El jefe del Comando Norte, General Terrence O’Shaughnessy señaló que 800 tropas se encuentran en camino a la frontera entre Texas y México, procedentes de Fort Campbell y Fort Knox, y que se espera que el total sea completado para finales de la semana en California y Arizona.
Los soldados, que apoyarán con transporte, albergues, barreras y logística a agentes de la Patrulla Fronteriza pero no estarán a cargo de detenciones o deportaciones, serán complementarios a los dos mil 92 elementos de la Guardia Nacional.
“Nuestro primer de esfuerzo será endurecer los puntos de entrada y cerrar huecos clave en las inmediaciones”, dijo el general, quien precisó que se trata de una petición de apoyo del Departamento de Seguridad Interna (DHS).
Cuestionado sobre si el personal armado, el general O’Shaughnessy señaló que por autorización del secretario de defensa, James Mattis, colgados en activos serán despegados con armas de fuego.
Pero aclaró que los soldados cumplirán cabalmente con el estatuto legal “Posse Comitatus”, que impide a los soldados o guardias nacionales de Estados Unidos ejercer tareas de cumplimiento policial dentro de Estados Unidos que correspondan a autoridades civiles.
Sin embargo, la fuerza sí incluirá a Policías Militares, miembros del Cuerpo de Ingenieros con experiencia en construcción de muros, tres batallones de ingenieros de combate para levantar barreras y rejas, así como equipo pesado que se encuentra en camino,
Asimismo, incluirá equipos de planeación militar, unidades de comando y control así como tres compañías de helicópteros equipados con la más alta tecnología, incluido visión nocturna, sensores, a fin de identificar ingresos ilegales e informar a la patrulla fronteriza.
El Pentágono decidió asimismo alistar tres aeronaves C-130, unidades médicas y personal de apoyo logístico.
El Comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Kevin McAleenan, señaló que la decisión de solicitar apoyo de los militares obedece a que la administración Trump no permitirá de ninguna manera el ingreso de grandes contingentes de indocumentados.
McAleenan señaló que los inmigrantes que busquen entrar ilegalmente serán detenidos. “No hay ningún beneficio de que vengan en un grupo grande. No se les permitirá entrar a los Estados Unidos”, señaló.
Para quienes deseen solicitar asilo político de manera segura y ordenada en los puntos de entrada, McAleenan señaló que el gobierno mexicano ya les ofreció protección y oportunidades de empleo.
McAleenan agradeció en ese sentido el apoyo del gobierno mexicano para confrontar el reto de la migración indocumentada con apego a los derechos humanos y el respeto a los migrantes, mientras mantuvo la integridad de la frontera mexicana y de la ley migratoria mexicana.
“Si están escapando de presunta persecución, en casa, han llegado a un lugar seguro para presentar su solicitud. Si son migrantes únicos que quieren unificarse con su familia en los Estados Unidos, deben regresar a su país y solicitar la visa más apropiada”, indicó.
La CBP desplegará a mil agentes, incluidos 225 expertos en situaciones tácticas y otros 830 adicionales estarán listos en caso de ser necesarios.