Falta de oficio y exceso de confianza

Redacción
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¿Qué otros detallitos no nos han dicho? ¿Qué otras cosas del T–MEC pasaron de noche?

Alejandro Cacho diciembre 17, 2019

¿Por qué se ensució la negociación de la nueva versión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá? Extraña que a pesar de su amplia experiencia, el subsecretario Jesús Seade, el jefe de negociación mexicano, haya perdido de vista que en las negociaciones comerciales no existe la buena fe. Sólo los intereses.

La renegociación de un tratado comercial de esta envergadura no reconoce simpatías o amistades, filias o fobias. Mucho menos personalismos ni vanidades. Sin embargo, lo primero que hizo el doctor Seade fue hacer a un lado a quienes arrancaron las negociaciones del tratado. Comenzó por los funcionarios del gobierno de Peña Nieto, Ildefonso Guajardo y Luis Videgaray, e incluyó a empresarios, asesores y cabilderos.

Tal vez, Jesús Seade fue víctima de su exceso de confianza y de la austeridad republicana de la 4T. En cuanto el gobierno de López Obrador se hizo cargo de las negociaciones se canceló el lobbying, indispensable para toda negociación importante en Washington, D.C. Seguramente consideraron que esa práctica neoliberal de contratar cabilderos era innecesaria y corrupta. Solo el Consejo Coordinador Empresarial conservó al despacho de cabildeo que contrató desde el principio.

El cabildeo es una de las industrias más importantes e influyentes en los pasillos del poder en la capital de los Estados Unidos. Los expertos del lobbying saben a quién recurrir y cómo aproximarse a los acuerdos que más convengan a sus clientes. Es una actividad legal, regulada y cotidiana. Ese fue uno de los puntos clave para México durante las negociaciones del TLC en 1994. Del nivel, influencia y contactos de los cabilderos depende muchas veces el nivel de éxito en las negociaciones.

Difícilmente sabremos si ese desdén de la 4T se debió a que no entendió su importancia. Lo cierto es que por ahorrarse honorarios de cabilderos podríamos perder miles de millones de dólares. Tal vez eso tampoco lo vieron.

Por ahora, parece que el tema de los agregados laborales —o sea, inspectores— quedó aclarado. La duda es ¿qué otros detallitos no nos han dicho? ¿Qué otras cosas del tratado le pasaron de noche al Senado de la República?

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BON APPÉTIT: Se investiga si hubo más intereses compartidos entre María Idalia Salgado, exdirectora del Instituto de Verificación Administrativa del gobierno de la Ciudad de México, Héctor Villegas, ex consejero jurídico, y Fernando Ruano, un muy cuestionado concesionario privado de la ruta de microbuses más grande de la Ciudad de México.

Ruano viene arrastrando profundos intereses desde hace ya varias administraciones de la capital. Sin embargo, su relación con funcionarios de gobierno ya era inadmisible en tiempos de la 4T. Un romántico y fifí viaje de shopping a Estados Unidos en un jet privado, pagado por Fernando Ruano, fue la causa. El conflicto de intereses es evidente, la pregunta es si sólo quedará ahí.

POR ALEJANDRO CACHO

CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM 

@CACHOPERIODISTA

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