El gobernador de Quintana Roo dejó viva la posibilidad de exentar del pago de impuestos a los nuevos casinos
Alejandro Cacho enero 9, 2020
Al gobernador de Quintana Roo se le indigestó la rosca de reyes –y se le borró la sonrisa– cuando los reporteros lo acorralaron para fijar su posición sobre la Ley casinos, aprobada en lo oscurito por el Congreso del estado. Parece que no entendió el mensaje que mandó al presidente López Obrador desde Palacio Nacional. “Nada de casinos, que quede claro”, dijo para no dejar dudas.
Pero no, al gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, no le quedó claro. Acorralado por los reporteros que le pedían fijar su posición sobre el tema, apenas atinó a responder: “No creo que haya mala intención” en la ley que exenta de impuestos a los nuevos casinos que se instalen en su estado. ¡¿En serio?!
También anunció que instruyó a la Consejería Jurídica del gobierno “revisar la Ley de Ingresos 2020 y ver las opciones y posibilidades reales que esta medida tiene en materia de generación de inversión”. Agregó que el propósito es que la Secretaría de Finanzas y el Congreso del Estado dejen claras las repercusiones y determinen si representa un fomento a la inversión económica. Es decir, Carlos Joaquín dejó viva la posibilidad de exentar del pago de impuestos a los nuevos casinos. Habrá que esperar el resultado del estudio de la Secretaría de Finanzas y el Congreso. Sí, el mismo que propuso y aprobó, sin análisis ni discusión, la exención de impuestos.
Sin embargo, el tema de fondo sigue sin respuesta. ¿Quién y por qué lo propuso? El diputado José de la Peña Ruiz de Chávez, coordinador del PVEM y presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso, es el único señalado como padre de tan extraña y controvertida iniciativa.
Hasta el momento de escribir Touché, no lo había desmentido. Por lo pronto, ya se encuentra en la mira de la Contraloría Interna del Congreso. Su acusador, el diputado José Luis Chanito Toledo, solicitó que se investigue a José de la Peña Ruiz de Chávez por uso irregular de la función pública.
El asunto seguirá dando de qué hablar.
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BON APPÉTIT: El Congreso de Baja California también está dando mucho de qué hablar. Los diputados de Morena aprovecharon el último día de 2019 para incrementar los impuestos al gas natural, gasolinas y otros derivados del petróleo, hoteles, moteles, casas de empeño, nómina y plataformas digitales de hospedaje. Los morenistas pretenden que los empresarios paguen más para hacer frente a la deuda por 32 mil millones de pesos que dejó el gobierno del panista Francisco Vega. El madruguete fue burdo, la Mesa Directiva del Congreso clausuró la sesión ordinaria del 31 de diciembre e inmediatamente inició una sesión extraordinaria –no prevista– para aprobar el aumento de impuestos, con 14 votos a favor, 12 de ellos de diputados de Morena. Los empresarios pusieron el grito en el cielo. Aseguran que se afectarán las inversiones y la creación de empleos. Se augura una larga batalla legal y política.
POR ALEJANDRO CACHO
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