México perdió su papel protagónico como país emergente en este 2020
Alejandro Cacho enero 23, 2020
La representación de la 4T en el Foro Económico Mundial da pena propia y dejó muchísimo qué desear. En enero de cada año, Davos, un pequeño sky resort en el corazón de Suiza, interrumpe sus actividades y acapara la atención del planeta para albergar el World Economic Forum.
Desde su nacimiento, en 1971, convoca todos los años los jefes de Estado, empresarios, CEO’s, economistas, académicos, premios Nobel, intelectuales, activistas, personalidades y a la prensa internacional más destacadas del mundo para hablar de la economía global.
Desde hace al menos tres décadas, México se convirtió en un participante protagónico como país emergente, papel que perdió en este 2020.
Este año, la representación de la 4T en Davos fue decepcionante, penosa. Los más importantes empresarios y CEO’s globales están preocupados por la poquísima importancia que le dio el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al Foro Económico Mundial. Incluso, por primera vez los más importantes directivos y empresarios mundiales hablan abiertamente de sus preocupaciones por los problemas de inseguridad en México y la desconfianza generada por las decisiones económicas del actual gobierno.
Temen que si el gobierno sigue siendo incapaz de resolver la inseguridad y la violencia, se reforzará la negativa de viajar a México para hacer negocios, para invertir o por placer.
La desconfianza de los grandes capitales aumentó por la falta de promoción y posicionamiento de México en el concierto internacional.
Mientras otras naciones enviaron a Davos delegaciones completas para promover las inversiones y transmitir confianza a los inversionistas y gobierno del mundo, México envió apenas a un par de funcionarios de medio pelo.
La delegación mexicana estuvo encabezada por Graciela Márquez, la secretaria de Economía, cuya participación en los distintos páneles donde se presentó fue un fiasco para muchos. Se le vio temerosa, titubeante y pocopreparada.
Cuando se le pidió hablar a los empresarios globales ávidos de certeza para sus inversiones, sólo pudo repetir la perorata palomeada desde PalacioNacional que resalta la inflación controlada, bajas tasas de interés yestabilidad financiera.
Ni una sola explicación al nulo crecimiento, las pobres proyecciones económicas, la pérdida de empleos, las decisiones en materia energética o la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Lástima, otra oportunidad perdida.
POR ALEJANDRO CACHO
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