Periodista que no es oportuno, no tiene nada qué hacer en este oficio
Alejandro Cacho febrero 25, 2020
El presidente López Obrador está enojado. Su mal humor lo vuelve errático, es notorio. Y me temo que la mohína no le durará poco, por lo menos hasta el 9 de marzo.
Junto con la captura y liberación de Ovidio Guzmán y el desabasto de medicamentos, la crisis de feminicidios lo tiene mal. El pasado 20 de febrero, presionado por una reportera para fijar su posición ante el asesinato de mujeres, volvió a perder el balance.
De nuevo recurrió a la salida fácil de culpar a la derecha neoliberal y conservadora de estar detrás de las protestas feministas. A los periodistas y medios de comunicación quiso insultarnos llamándonos oportunistas por ocuparnos del secuestro y asesinato de Fátima, cuyo caso indigna a todo México.
En medio de su ofuscación, López Obrador tuvo un desliz que lejos de ofendernos, nos enorgullece. Los periodistas profesionales debemos ser oportunistas, señor presidente. La información que no es oportuna, no es noticia. Periodista que no es oportuno, no tiene nada qué hacer en este oficio.
Podría pensarse que el presidente menosprecia a los medios de comunicación mexicanos, pero no. López Obrador desprecia a todo aquel que se atreve a disentir, cuestionarlo o criticarlo, sin importar su origen. El prestigioso The Wall Street Journal, de Estados Unidos, ha dedicado ya varias criticas a la Cuatroté.
En la más reciente, WSJ dice que “México avanza hacia el régimen de un solo hombre que usa el terror para doblegar a empresas y oponentes”.Agrega que la cena donde López Obrador pidió a empresarios aportar miles de millones de pesos para la rifa del avión presidencial “tiene el tufo de la ilegalidad”, “huele mal”.
López Obrador le respondió con los recursos que ya conocemos: desacreditando. Se atrevió a incluir al Wall Street Journal entre quienes están enojados porque se acabó la corrupción. Cuestionó el profesionalismo del diario y recurrió a sus clases de historia de México. Y ya, así de fácil evadió las críticas.
Lo cierto es que inexplicablemente repudia el movimiento contra los feminicidios. ¿Sabe cuántas veces ha hablado de violencia de género en sus conferencias mañaneras? Cero, ninguna. Veremos cómo maneja el tema que tanto le molesta en las próximas dos semanas.
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BON APPÉTIT: Mientras el Congreso de Baja California aprueba la iniciativa de Ley para que todas las escuelas den alimentos y uniformes a los estudiantes de educación primaria, el gobierno de Jaime Bonilla sigue entregando 300 mil desayunos y comidas calientes diariamente. El programa “Alimentando para Aprender” arrancó desde el primer día de su administración.
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POR ALEJANDRO CACHO
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