Barbosa ya era déspota antes de ser gobernador. Se ostentaba como licenciado en Derecho, pero sin título
Déspota es aquella persona que trata con dureza a sus subordinados y abusa de su poder o autoridad, según la Real Academia Española de la Lengua.
Todo eso es Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, gobernador de Puebla. Y sus hechos y dichos lo confirman.
10 de octubre, 2019. En Huejotzingo, se refirió a la muerte de la exgobernadora Martha Érika Alonso y su esposo, el exgobernador Rafael Moreno Valle. Y así fue como ganamos en muchas partes del estado. Todos los que ganamos el 1 de julio del 2018, porque yo gané, me la robaron. Pero los castigó Dios. Indignó a propios y extraños. Nunca se disculpó. Que se queden sentados. No voy a cambiar mi estilo de
ser y pensar, pero a ver, disculpas ningunas, cómo creen.
25 de marzo, 2020. Había 38 casos de coronavirus y, cual buey en burladero, arremetió: La mayoría son gente acomodada, ¿sí lo saben o no? Si ustedes son ricos tienen el riesgo,
si ustedes son pobres no. Los pobres estamos inmunes.
31 de marzo, 2020. Se burló: Yo les propondría que quien tuvo coronaviruscontinúe con los cuidados, su caldo de pollo con su cebollita, su chile bien picoso y ajo.
Barbosa ya era déspota antes de ser gobernador. Se ostentaba como licenciado en Derecho, pero sin título. Tramitó la cédula profesional, fast track, ya siendo gobernador. Abrió su despacho y litigó como abogado. Eso es un delito en Puebla.
En 2015, era senador y fue criticado por sus viajes por el mundo. En Roma,visitó al Papa Francisco. En Cuba, se reunió con Raúl Castro. En Brasil, visitó a Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff. Argumentó que pagó todos esos viajes de su bolsa. Viajes privados, pero con agenda pública. Y siguió viajando a China, Corea, Japón y a países árabes. Se convirtió en el Presidente del Senado que más viajó al extranjero. Se dio vida de Fifí.
El 9 de junio de 2015, aún en el PRD, dijo que la soberbia de Andrés Manuel López Obrador parece infinita. Agregó que Morena representa una izquierda dogmática.
En 2017, dejó el PRD, se fue a Morena y cambió de opinión. El pasado 8 de mayo dijo: tengo gran admiración por el Presidente de la República, gran respeto, es mi líder desde 1994.
Ahora, Barbosa abrió un conflicto innecesario con las 3 mil 800 escuelas privadas del estado. En medio de la pandemia, urgió a sus diputados para aprobar la Ley de Educación estatal que significa una expropiación de facto de sus bienes. Ante la reacción de dueños y directivos, respondió con su arrogancia acostumbrada. Reprobó los intereses privados del autodenominado y pomposo Consorcio Universitario. Es por demás, no entiende.
•••
BON APPÉTIT: Pretenden involucrar al subsecretario de gobernación, Ricardo Peralta, en las investigaciones por corrupción en algunas aduanas. Peralta fue seis meses Administrador General de Aduanas. Cualquiera con sentido común entiende que en seis meses apenas se comienzan a tomar los hilos de cualquier puesto. Luego fue nombrado subsecretario. Ahí desempeña un papel clave por su habilidad política para solucionar conflictos. Se ve difícil que AMLO decida moverlo.
POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA