A dos meses de la tragedia que conmocionó a República Dominicana, las autoridades arrestaron a Antonio y Maribel Espaillat, propietarios del icónico Jet Set Club, por su presunta responsabilidad en el colapso del techo del recinto ocurrido el pasado 8 de abril en Santo Domingo, que dejó 236 personas muertas y más de 180 heridas.

La detención fue ordenada por la Procuraduría General tras varias horas de interrogatorio a los hermanos, quienes enfrentan cargos por homicidio involuntario. Según el Ministerio Público, los dueños del club incurrieron en una “inmensa irresponsabilidad y negligencia” al no atender advertencias sobre fallas estructurales en el techo del local, que colapsó durante una fiesta multitudinaria amenizada por el merenguero Rubby Pérez, quien también falleció en el lugar.

Las investigaciones revelan que los propietarios habrían ignorado alertas internas y, además, intentado intimidar a empleados de la empresa operadora del club, quienes podrían ser testigos clave en el proceso penal. Un extrabajador presentó capturas de pantalla que advertían sobre el riesgo de realizar el evento esa noche.

Entre las víctimas se encontraban figuras públicas como la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, hermana del exbeisbolista Nelson Cruz; el exlanzador Octavio Dotel; el diseñador Martín Polanco; y altos ejecutivos del Grupo Popular. La tragedia es considerada una de las más mortales en un recinto de entretenimiento en la historia del país.

El Ministerio Público tiene 48 horas para presentar cargos formales ante un juez. Mientras tanto, una comisión técnica con expertos internacionales continúa analizando las causas del colapso, incluyendo el uso de equipo pesado sobre el techo y posibles omisiones en las inspecciones oficiales.

El Jet Set Club, fundado hace casi cinco décadas, era un referente de la vida nocturna dominicana y famoso por sus fiestas de lunes, frecuentadas por celebridades locales e internacionales.